Por la convivencia pacífica

“Pelota al Medio” realizó taller de cocina en club Malvín con el chef de la Selección uruguaya de Fútbol

El programa “Pelota al Medio a la Esperanza” que impulsa el Ministerio de Interior por la convivencia pacífica, realizó este viernes el primero de tres talleres de cocina en el club Malvín, que contó con el apoyo del chef de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Aldo Cauteruccio. El coordinador del programa, Agustín Iparaguirre, informó que en esta jornada participaron estudiantes del liceo N° 42 de Malvín Norte.

Ministro Bonomi

Hace más de un año que el programa Pelota al Medio a la Esperanza suscribió un convenio con el Club Malvín para realizar actividades deportivas y recreativas con el fin de promover la inclusión social entre los participantes. Así lo explicó a la Secretaría de Comunicación Institucional el responsable del programa, Agustín Iparaguirre, quien informó sobre la jornada Integración, Convivencia y Cocina que se desarrolló este viernes 28 en ese centro deportivo, con el apoyo del chef de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Aldo Cauteruccio.

“En este caso, el objetivo fue fomentar la convivencia y el trabajo en equipo a través de la cocina”, dijo. En esta primera edición, de las tres que se realizarán hasta fin de año, estuvo el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y participaron jóvenes del liceo N° 42 de Malvín Norte.

"Se pretende lograr la integración entre jóvenes de distintos barrios —en especial de zonas vulnerables—,  entre los cuales se intenta reforzar el mensaje de convivencia en paz, que permanentemente promueve este programa", agregó Iparaguirre.

Con respecto a la receptividad que genera este programa, el jerarca dijo que es muy destacable, porque los jóvenes se comprometen, forman equipos y se divierten con este tipo de iniciativas.

Finalmente, Iparaguirre reiteró que el mensaje que el programa Pelota al Medio a la Esperanza pretende difundir es que es posible generar espacios de convivencia a través del deporte, ya sea en los centros educativos como en su entorno.

“Ellos tienen una actividad de disfrute, pero también tienen el compromiso de que cuando ven un foco de violencia dentro o fuera del centro educativo tienen que colaborar par mejorar el relacionamiento”, concluyó.

 

 

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