La pobreza cayó en Uruguay del 40% en 2003 al 12,5% en 2012
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, realizó una presentación el miércoles 19 de junio en la Reunión Anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se celebra en Ginebra. Destacó la disminución de la pobreza en Uruguay que "cayó de casi el 40% en 2003 al 12,5% en 2012". Para 2015 se espera su reducción a un dígito y la eliminación de la indigencia.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, comenzó su alocución en la 102.a Conferencia Internacional de Organización Internacional del Trabajo (OIT) haciendo referencia a la Declaración de Filadelfia, y en especial, a uno de sus principios, el que refiere a que la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad.
“Aún hoy y a pesar de la reducción de la pobreza constatada desde 1990, el 20,6 % de la población del planeta, o sea 1.215 millones de personas, vive en situación de extrema pobreza, o sea, subsiste apenas con menos de 1,25 dólares al día”, enfatizó.
Indicó que, por tal motivo, será muy difícil avanzar en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y en el desarrollo de emprendimientos productivos mientras existan “sociedades desintegradas, con ciudadanos sin derechos, sin acceso a los servicios básicos y, particularmente, sin acceso a la educación, motor del desarrollo y el cambio social”.
"En ese marco fue que el gobierno uruguayo apoyó el Convenio Internacional N.º 189 sobre las trabajadoras domésticas, uno de los sectores más desprotegidos, conformado básicamente por mujeres, muchas de ellas migrantes, sometidas a extensas jornadas de labor y excluidas de los derechos básicos de los trabajadores", recordó.
Informó que en Uruguay la pobreza cayó de casi el 40 % en 2003 al 12,5 % en 2012, lo que valoró como un gran avance. En el mismo sentido, indicó que el objetivo para 2015 es la reducción a un dígito de la pobreza y la eliminación total de la indigencia. Destacó que en Uruguay se considera pobre a la persona que percibe un ingreso per cápita inferior a los 10 dólares diarios aproximadamente.
"Este notorio descenso de los indicadores de pobreza fue consecuencia de un proceso de crecimiento de la economía y distribución de la riqueza, a través del desarrollo de un conjunto de políticas sociales, y fundamentalmente, por la evolución de los salarios que aumentaron un 42 % en términos reales desde 2004 a la fecha", enfatizó.
Asimismo, Brenta valoró que los resultados responden "al avance en materia legislativa de los derechos de los trabajadores, consagrados en más de 40 normas laborales aprobadas". Entre ellas destacó "la ley de negociación colectiva, que permitió alcanzar acuerdos tripartitos en más del 90 % de las ramas de actividad, los incrementos reales de los salarios, acuerdos en materia de seguridad y salud en el trabajo, formación y capacitación profesional, así como cláusulas para mejorar las condiciones de acceso de mujeres y jóvenes al mercado de trabajo".