Poder Ejecutivo destacó medidas que acompañan cambios tributarios en plan de consolidación fiscal
Limitar el ingreso de personal, exigir compromisos de gestión asociados a partidas salariales y no realizar reestructuras que impliquen aumento del gasto son algunas de las medidas contenidas en la consolidación fiscal incluida en el proyecto de Rendición de Cuentas. El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, defendió este martes la propuesta en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de diputados.

Astori subrayó en el Parlamento los criterios que guiaron la elección de los instrumentos para la consolidación fiscal: recuperar los equilibrios macroeconómicos para minimizar el impacto de las medidas sobre el nivel de actividad y el empleo; balancear el esfuerzo de los actores económicos y sociales; proteger el gasto social y los derechos de la población; mantener los objetivos que guiaron la reforma tributaria de equidad, eficiencia y estímulos a la inversión.
A las medidas tributarias anunciadas, que implican cambios en el impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) y rebaja de dos puntos porcentuales del impuesto al valor agregado (IVA), sumó aspectos para mejorar la gestión de los recursos humanos en la Administración Central, como limitar el ingreso de personal y la no realización de reestructuras que impliquen incrementos de costos, al tiempo que se deberá avanzar en las exigencias en los compromisos de gestión asociados a partidas salariales. Además, los ministerios deberán elaborar planes para mejorar la calidad del gasto.
A las empresas públicas, “adicionalmente a las reducciones de gastos de 5 % y 3 % real ya contenidas en el Presupuesto para 2015 y 2016, se les exigirá en 2017 una nueva reducción de los gastos gestionables de 3 % respecto a los Presupuestos 2016”, indicó el ministro.
Además sostuvo que “se trabajará en forma coordinada entre el Poder Ejecutivo y Ancap a efectos de modificar la forma de determinación de márgenes y bonificaciones, que permitan reducir los costos de distribución en al menos 10 % en 2017”.
En 2015 comenzaron a implementarse compromisos de gestión, que se incorporan a los presupuestos anuales de las empresas públicas y bancos oficiales con “evaluación de las mejoras de eficiencia en la gestión, metas anuales que cuantifican los avances en calidad y cobertura de los bienes y servicios producidos con evaluación interna y externa por resultados”, agregó.
Entre las medidas para 2016, enumeró que se establecieron metas tendientes a reducir los costos operativos y no incrementar la plantilla de funcionarios, cumplir el plan de inversiones y abatir gastos en publicidad.
También recordó que el Gobierno ya trabaja en estos aspectos; por ejemplo, respecto los vínculos laborales con la Administración Central, excluyendo los prioritarios como Educación o Seguridad, ya se redujeron 11 % en los últimos 10 años en organismos como Presidencia de la República o el Ministerio de Economía.
Escenario internacional adverso
En su presentación, el ministro indicó: “Existe un escenario externo más adverso de lo previsto, porque la economía mundial no logra recuperarse y se espera un crecimiento modesto en los próximos años”.
“El magro desempeño de la economía global se refleja en la caída en los flujos comerciales, y las perspectivas apuntan a una recuperación gradual”, según constata la síntesis, que anticipa que “los precios de los commodities se mantendrán en niveles bajos, con comportamientos diferenciados según productos”.
En lo referente a la región, indica que se “espera un escenario recesivo en el corto plazo, con importantes desafíos macroeconómicos”. Uruguay no escapa a esta situación y “los datos del primer trimestre del año confirman dificultades para retomar la senda de crecimiento vigoroso con caídas en la mayoría de los sectores de actividad”.
El documento destaca que pese a este escenario “los salarios reales han continuado creciendo, aunque a un menor ritmo que en años anteriores”.
La presentación reitera que “el paquete de medidas fiscales propuesto permitirá mejorar el resultado fiscal en 1 % del producto interno bruto a partir de 2017”.
“Las nuevas proyecciones están en línea con las expectativas de crecimiento de los organismos internacionales, las calificadoras de crédito y los analistas”, sostiene.