Políticas públicas vinculadas a la salud materno-infantil reducen posibilidades de desarrollar trastornos mentales
Uno de cada cuatro uruguayos tiene o puede padecer trastorno mental, según explicó Ariel Montalbán, titular del Programa de Salud Mental del MSP. Puntualizó que poner el foco en políticas públicas vinculadas a lo materno-infantil es un mecanismo eficaz para la prevención de estas patologías. El especialista instó a desterrar los prejuicios ya que estos trastornos muchas veces son curables o al menos mejorables.

Durante el desarrollo de su vida uno de cada cuatro uruguayos tendrá un problema de salud mental, razón por la cual la prevención es uno de los mecanismos a los que se apunta. “En este contexto, el Ministerio de Salud Pública privilegia todo lo que es la atención materno-infantil porque es ahí donde se empieza a generar el terreno para que después aparezca una afección vinculada a la salud mental”, indicó el responsable del área dentro de la Secretaría de Estado, Ariel Montalbán.
En el marco del lanzamiento de la campaña “Cortemos con los prejuicios”, realizado el miércoles 5 en Torre Ejecutiva, el jerarca dialogó con la Secretaría de Comunicación Institucional al respecto, e hizo énfasis en los prejuicios que, a su entender, fueron una de las barreras más importantes para avanzar en un cambio de modelo en la atención de la salud mental.
“Los prejuicios tienen que ver con que la enfermedad mental hay que ocultarla y con que a los enfermos mentales hay que tenerlos lejos, en las colonias. Estos prejuicios también tienen que ver con que la enfermedad mental no es curable. Muchas veces es curable y si no lo es, es mejorable”, indicó.
En este sentido, se refirió al prejuicio que gira en torno a la peligrosidad de los enfermos mentales, pese a que la mayor cantidad de actos peligrosos, agresivos y violentos son generados por personas que no tienen un diagnóstico.
Montalbán aseguró que estos prejuicios, que se procura desterrar, hicieron que la persona que tiene una enfermedad mental no consulte porque cree que tiene que esconderlo. “Son los mismos prejuicios los que hicieron que en los hospitales generales no se integren los servicios de salud mental y las personas deban ir a lugares especializados alejados, y que persista un límite de 30 días en la internación. Es la única enfermedad que la que el período de internación tiene un límite, no la tiene la diabetes ni las afecciones cardíacas”, repasó.
“Estamos hablando de inclusión de la salud mental en la salud general, donde la responsabilidad del sector salud es fundamental, pero también debe existir una intersectorialidad que acompañe dado que, en el proceso de rehabilitación, es importante que intervenga el mundo del trabajo, la vivienda y la educación, entre otros”, argumentó.