Ministro Olesker

"Políticas sociales redujeron pobreza, indigencia y mejoraron sectores medio y medio-bajo"

El ministro de Desarrollo Social presentó un informe que muestra que las políticas sociales no sólo se focalizan en la extrema pobreza y que las transferencias del Estado no causan abandono del estudio ni de la búsqueda de trabajo. Olesker recordó que la pobreza desde 2005 y la desigualdad desde 2008 experimentan reducciones continuas, resultado de las políticas económicas y sociales implementadas en el país.

Ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker

Según argumentó Daniel Olesker, el informe presentado en el Consejo de Ministros el 17 de diciembre evidencia que es errónea la idea de que las personas que reciben transferencias del Estado no estudian ni trabajan. 


El jerarca detalló que las cifras generales de pobreza se ubican actualmente en 12,1% y las de indigencia, en 0,5% del total de la población. Según señaló, desde el 2004 a la fecha experimentaron una reducción ininterrumpida. 


Acceso a servicios

Olesker sostuvo que "no alcanza con mirar cómo se reduce la pobreza en términos de ingreso" y que por ello se realizó una evaluación para conocer cuántas personas salieron de la pobreza y no tienen restricción en derechos de salud, educación, vivienda, servicios y seguridad social. Al respecto, manifestó que se compararon las cifras de 2006 y 2011 y el resultado registró que 630 mil personas mejoraron sus condiciones de vida. Según consideró, las cifras reflejan cambios estructurales impulsados por la Reforma Tributaria, la Reforma de la Salud y los cambios en la Seguridad Social.


El ministro recordó que la pobreza, desde el 2005, y la desigualdad, desde 2008, experimentaron reducciones y explicó que la mayor parte del gasto social público en Uruguay —que se compone de jubilaciones y pensiones— se orienta a hogares de ingresos medios y medio bajos, ya que sólo 4,5% de los mayores de 65 años son pobres en nuestro país. "El gasto en salud priorizó en 2008 el ingreso de hijos de trabajadores formales que están en los deciles medios y medios bajos de la distribución", indicó. 

Trabajo y educación

Para concluir, señaló que la informalidad laboral se redujo 13 puntos porcentuales entre 2006 y 2012. En el decil dos y tres de la distribución —el segundo 10% más pobre y el tercer 10% más pobre— se redujo 20%. 


"No existe evidencia empírica para pensar que las políticas de focalización en extrema pobreza hayan sido en desmedro del gasto público social destinado a los sectores medio y medio-bajo", razonó, y agregó que si se toma el 20% más pobre, donde el 75% de los hogares recibe transferencias del Estado, los ingresos derivados del trabajo aumentaron un 74% en términos reales, su tasa de empleo ascendió de 47% a 51% y la tasa de desempleo se redujo de 23% a 14%. También destacó que la tasa de asistencia educativa en preescolares pasó de 17% a 31%, en escolares está en 100% y en ciclo básico pasó de 81% a 85%. En tanto, la cobertura en seguridad social aumentó del 56% al 65%. 


"Si se toma el primer ventil de ingresos —el primer 5%— donde se sitúan las personas con extrema pobreza, su tasa de desempleo, que era 30% en 2006, pasó a 19% y su tasa de empleo del 41% al 45%, mientras que su ingreso laboral creció 70%. Además, mejoró su asistencia educativa, especialmente en el tramo adolescente del Ciclo Básico", sostuvo. 

Olesker explicó que los avances se reflejan en que desde hace cinco años se reducen las Tarjetas Uruguay Social que el Gobierno entrega. "Por lo tanto no existe evidencia para pensar que estos hogares que reciben transferencias del Estado no trabajen, no se formalicen ni mejoren sus ingresos derivados del trabajo", culminó. 

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