Calidad y equidad

Premio Vladimir Roslik reconoce buenas prácticas en servicios de salud rural

Se puso en marcha el plan de Buenas Prácticas de Salud Rural, “Premio Vladimir Roslik”, para el reconocimiento al trabajo de los equipos que atienden esa área del interior del país. Esta estrategia recuerda la figura del médico de San Javier torturado y asesinado por la dictadura en 1984, quien se desempeñaba en esa vital función en una vasta zona de Río Negro .

La ministra Susana Muñiz presenta el Premio Vladimir Roslik
En el acto de lanzamiento estuvieron a consideración, para acordar entre todos los participantes, dos documentos de trabajo en el área rural; uno referido a estándares de calidad y otro a la pertinencia de una regulación específica.

Se identificaron servicios que realizan buenas prácticas en algún proceso asistencial o en toda la gestión institucional que puede servir de experiencia o ejemplo para ser replicado por otros servicios.

“Este es el momento más emotivo que me ha tocado vivir como ministra”, dijo al comenzar su alocución la ministra de Salud Pública, Susana Muñiz, en la apertura de la jornada de trabajo realizada el martes.

“Es un nuevo escaloncito en un plan de gobierno que trabaja en electrificación rural, potabilización del agua, llegada de la educación, derechos de los trabajadores rurales, entre varias acciones. Y estamos llegando con nuestras concepciones de accesibilidad a la salud, con capacidad resolutiva, con calidad y con equidad”, agregó.

María Zabalkin de Roslik, viuda del médico muerto en la tortura en el Batallón 9 de Fray Bentos, dijo que “cuando faltó Vladimir, San Javier quedó sin médico. Los médicos iban un tiempito, como de ‘piernada’, y al tiempito se iban. Vivir en el campo es muy duro, y aunque con el tiempo ha cambiado, igualmente Montevideo está acá y el interior es otro país.”

Aseguró que “este es el primer gobierno que se ha arrimado al campo, no sólo en la parte de medicina, sino también en otras áreas”.

Contó que “Vladimir estudió en Europa y volvió a establecerse en San Javier, la gente le decía que estaba loco; quería a su comunidad, quería a su familia, quería devolver lo que él aprendió”.

El Premio Vladimir Roslik integra una de las estrategias para el fortalecimiento de los servicios, para asumir el compromiso con la cultura de la calidad y como una forma de involucrar a todos los actores que forman parte de la gestión junto a directivos, trabajadores de la salud, usuarios organizados y la comunidad.

Participaron de este encuentro, además de la ministra Muñiz y la viuda de Roslik, el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, la directora del Área de Salud Rural, Pilar González, la gerenta de Mejora Continua, Adriana Álvarez, el director Departamental de Salud de Río Negro, Gerardo Valiero, el delegado de la FEUU, Martín Esteche y otras autoridades.