Rehabilitación por trabajo

Privados de libertad de Punta de Rieles colaboran con la seguridad de un aula comunitaria

Doce privados de libertad del Instituto de Rehabilitación de Punta de Rieles construyen un muro para proteger el aula comunitaria del barrio. La obra demandará de dos a tres meses. El aula comunitaria del barrio de Punta de Rieles atiende a 56 adolescentes que se preparan para concretar su reinserción al sistema educativo.

Instituto de Rehabilitación de Punta de Rieles

En declaraciones publicadas en el portal web del Ministerio del Interior, el responsable de la obra y de los privados de libertad, Javier Ribeiro, señaló que los doce reclusos seleccionados pasaron por un proceso de rehabilitación, seleccionados por una junta y autorizados por el juez. “Aquí están  aquellos que tienen buena conducta y salida transitoria”, aseveró.

“Ellos, si bien tienen salida transitoria, no están en contacto con gente como están acá, con adolescentes, con chicos que están en la vuelta. Saben que es una gran oportunidad este trabajo”, dijo Ribeiro, y complementó: “esto es una puerta que se les abre, es algo nuevo para ellos. Los ayuda  a salir en libertad ya que se les da un buen puntaje por este tipo de trabajos”. 

La coordinadora del aula comunitaria de Punta de Rieles, Sara Esteban, explicó que actualmente concurren 56 chicos, con casos que incluyen a aquellos que todavía no ingresaron al liceo y necesitan ayuda para comenzar el próximo año y aquellos que cursan primer año en el aula comunitaria para luego retomar el liceo el próximo año. El aula comunitaria se encuentra en el Km. 12,500 de Camino Maldonado, en el complejo habitacional “Los Hornos”.

“La mayoría de los chicos que vienen termina el año con nosotros. Aquí es diferente al liceo, tienen la mitad de las materias se las damos en el primer semestre y luego la otra mitad. También tienen talleres de sexualidad obligatorio y luego dos  opcionales que son teatro espontáneo y comunicación”, informó Esteban.

El Programa de Aulas Comunitarias, que funciona en la órbita de Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social, consiste en la instalación de espacios “puente” con los liceos de referencia para la reinserción de los jóvenes en los espacios formales de educación, mediante distintas modalidades de intervención. Según datos de la web de Infamilia, anualmente se atienden a 17.000 niños y niñas, con un nivel de aprobación cercano al 80%.