Procesamiento de menores infractores provoca reincidencia tras fin de sus condenas
“La solución es más policías pero no más presos ni más cárceles” aseguró el profesor en Criminología de la Facultad de Cambridge, Lawrence Sherman, aludiendo a la inseguridad. De visita en Uruguay, el especialista dijo que cuando se procesa a delincuentes juveniles, más delitos cometen al salir. Optó por penas alternativas y dijo que atacar la corrupción policial permitirá recuperar la confianza de los ciudadanos.

Procesamiento de delincuentes juveniles
Sherman es profesor en Criminología de la Universidad de Cambridge. Su presentación incluyó el análisis de los modelos internacionales, la situación carcelaria en general y las formas de prevenir el delito, basando sus conclusiones en la evidencia científica.
El especialista aseguró que la mayoría de quienes están en cárceles están por breves períodos y que cuando salen la tendencia en promedio es a cometer más delitos que antes de ingresar. “Si las cárceles están llenas, hay que usar los poderes y destrezas de la policía”, indicó.
En el mismo sentido, sostuvo que más de seis test especializados revelan que procesar a los delincuentes juveniles, deriva en un incremento de los delitos que cometen cuando salen en libertad.
También expresó que “por el bien público” hay que buscar modalidades alternativas, pero “no para ahorrar dinero en cárceles”. Actualmente se practica a nivel internacional la modalidad de “Espada Damocles”, por la que se opta por ejemplo por rehabilitar a los muchachos de las drogas, proceder a conferencias restauradoras con las víctimas, definir horarios de regreso al hogar (20:00 horas) y el traslado a otra comunidad. Esta última alternativa demuestra una reducción de los delitos que cometen estos jóvenes por estar lejos de su entorno familiar o amigable que muchas veces es el promotor de la delincuencia.
Corrupción policial
Sobre la conducta policial y los casos de corrupción, dijo que hay que tener policía para el país y policía para controlar a la propia policía. Llamó a utilizar el enfoque premonitorio, es decir mirar hacia el futuro y no al pasado ya que enfocarse en lo sucedido no suele redundar en elementos probatorios.
En caso de sospechar de un policía, sugiere su seguimiento y la realización de procedimientos como el “marcado de dinero” para detectar si participa o no de acciones delictivas. Lo definió como una modalidad más efectiva para disuadir la inconducta. “Con esta estrategia anticorrupción se consigue más evidencia, detenciones y bajas”, dijo.
“Eliminar la corrupción policial es la forma de que la ciudadanía recupere la confianza en la fuerza”, dijo Sherman, quien entiende que más policía puede prevenir el crimen, no así más cárceles o más presos.
“La prisión puede ser la solución más fácil, pero la policía es la mejor prevención”, añadió el especialista que entiende al funcionario policial como alguien que puede estimular a otro a ser mejor ciudadano.
Convenio Ministerio del Interior- Universidad de la República
En este contexto, el Ministerio del Interior y la Universidad de la República firmaron un convenio para que la academia se sume al debate sobre seguridad pública.
Bonomi aseguró que el diseño de una política pública en un ámbito tan sensible como es la seguridad ciudadana, requiere recursos culturales y para ello es necesario incorporar a los actores universitarios y su rigor científico.
Recordó que la seguridad se concibe como un derecho humano que debe garantizarse, mirado con una visión integral de justicia social.