Proyecto de solidaridad y aprendizaje

El programa Compromiso Educativo atiende a 60.000 jóvenes en 95 centros de Uruguay

Al presentar el balance de gestión de los cuatro años del programa Compromiso Educativo de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el coordinador Nicolás Ambrosi explicó que este año se llegó a 60.000 jóvenes, se entregaron 18.000 becas y participaron 2.000 alumnos como referentes pares en 95 centros. El 81 % de quienes participaron del programa volvieron a inscribirse y a 23 % les va mejor que al resto.

Evaluación del programa Compromiso Educativo

El programa Compromiso Educativo nació en 2011 como una apuesta interinstitucional de apoyo a los adolescentes y jóvenes estudiantes en materia académica, transmisión de valores, ejercicio de ciudadanía, pautas de convivencia, respeto y solidaridad. 


El Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP lidera este proyecto que se aplica en el segundo ciclo de Secundaria y UTU, y que se basa en un compromiso formal adquirido entre el estudiante, su familia y el centro educativo, en el que se comprometen a promover la continuidad del trayecto educativo.


Esta experiencia cuenta con la participación de estudiantes mayores (referentes pares) que orientan al más joven en cuanto a las ofertas educativas disponibles en los ciclos superiores. También existe la posibilidad de que los beneficiarios —adolescentes en riesgo de desvincularse de la educación formal— soliciten becas de estudio, aceptando, a su vez, acompañamiento pedagógico y cumplimiento de metas.


Ambrosi informó que en cuatro años la propuesta pasó de estar disponible en 39 centros a 95; de 8 departamentos a todo el país; comenzó con 9 mil estudiantes y se llegó a los 60 mil este año; participaron más de 2 mil referentes pares y se asignaron casi 18 mil becas. 


“Después de estos años, uno de los principales aprendizajes adquiridos con esta experiencia es que hemos desarrollado la capacidad de trabajar de diversas formas en cada uno de los centros, y otra cosa importante es que la participación de los articuladores pedagógicos genera una apropiación del programa en cada centro en el que se desempeñan”, afirmó.


Otro aspecto destacado por Ambrosi fue la interinstitucionalidad del programa cuyos responsables se reúnen cada pocos meses para analizar su desarrollo y sumar aportes desde cada perspectiva.


Añadió que el desafío al que se enfrenta ahora este programa es su continuidad en el próximo período de gobierno, “sobre todo encontrar cuáles son las claves utilizadas para obtener buenos resultados; hoy tenemos datos certeros en cuanto a que los estudiantes que participan les va mejor, aprueban más y se vuelven a inscribir. El 81 % de los estudiantes se vuelve a inscribir y a un 23 % de los estudiantes les va mejor que al resto”, argumentó.

 

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