Prosecretario Cánepa: "Informe de OEA demuestra la legitimidad del debate en Uruguay"
Tras la presentación del informe sobre las políticas de drogas en América Latina que realizó el secretario general de OEA, José Miguel Insulza, el prosecretario Diego Cánepa resaltó que el informe es un insumo importante porque demuestra la legitimidad del debate en Uruguay y la legitimidad de la propuesta del Presidente de la República. Afirmó que para problemas complejos no hay soluciones sencillas, ni recetas mágicas.
El prosecretario de Presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa, agradeció que Insulza “un buen amigo de Uruguay” haya comenzado la presentación del informe “Escenarios para el problema de drogas en las Américas 2013-2025” en nuestro país, en primer lugar al Presidente Mujica y posteriormente a la sociedad civil en una conferencia realizada en Cancillería.
Cánepa explicó a la Secretaría de Comunicación que este informe refleja realidades muy distintas de los países de América Latina, en las que algunos países se caracterizan por ser productores mientras que otros vieron aumentados sus niveles de consumo y adicción.
El jerarca afirmó que este informe muestra que la llamada “guerra de las drogas”, a la cual Uruguay nunca adhirió, se constituyó en un fracaso que determinó el aumento del consumo en los países de Latinoamérica.
“Por lo tanto, lo que sí sabemos con claridad es que ese camino que ha seguido el continente en los últimos años no dio respuestas. Por lo tanto, desde el Gobierno se entiende que se debe ensayar una respuesta diferente y es por eso que se le dio a Insulza el mandato de hacer este informe con una serie de profesionales y técnicos de la sociedad civil, de los gobiernos, integrando todas las posiciones contradictorias”, explicó el prosecretario.
Escenarios del problema
El informe concluye en que existen cuatro posibles escenarios. En tal sentido, Uruguay se enmarca en aquel que entiende que se debe ir hacia una regulación más estricta de algún tipo de droga, como por ejemplo, la marihuana. “En toda América Latina, la gran mayoría entiende a la marihuana como una droga similar al alcohol y al tabaco, que son drogas que generan daño a la salud y la marihuana también. Acá no estamos discutiendo si la marihuana es buena o mala, es muy mala. Lo que estamos discutiendo es cuál es la mejor política para tratar las consecuencias del consumo de la marihuana. Lo que sabemos es que tratar al que consume una droga como un delincuente es un error profundo. Quien consume drogas tiene una enfermedad”, enfatizó.
Cánepa dijo que el informe brinda conclusiones para los cuatro escenarios que definen a las drogas como un problema de salud, instancia que indica que el consumidor no es un delincuente, padece una enfermedad.
En segundo lugar, señaló que los escenarios propuestos despejan el camino para países como Uruguay que transitan vías hacia una política de restricción regulatoria muy fuerte. Aclaró que el informe no presenta juicios de valor. Sin embargo, expresa un camino posible ante la necesidad de cambiar la política que se implementa hasta ahora de manera global, y en particular respecto a la marihuana.
“Como dice el Presidente de la República, nadie nos puede exigir, ni sabemos si esta nueva política va a tener mejores resultados. No se puede saber. No se puede tener una seguridad absoluta. ¿Esta nueva política va a ser mejor que la actual? No lo sabemos. ¿Esta nueva política va a generar una rebaja de las adicciones y va a mejorar en cuanto a quitarle el poder al narcotráfico? Objetivamente no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que lo que hemos hecho hasta ahora no ha dado resultados y por lo tanto ensayar una respuesta distinta ya no es solamente un derecho, es casi una obligación de un gobernante no insistir en el mismo trillo cuando no ha dado resultados esa política”, sostuvo Cánepa.
El informe presenta cuatro escenarios, dos catalogados como más extremistas y dos considerados más de centro, opción que Uruguay está recorriendo en este momento. En esa línea, aseguró que “estos son insumos muy importantes porque demuestran la legitimidad del debate en Uruguay, la legitimidad de la propuesta del Presidente de la República y que aquí no hay que entrar en eslóganes fáciles.” Finalmente agregó que se debe tener un debate entendiendo que para problemas complejos no hay soluciones sencillas y que en esto no hay recetas mágicas, “lo que hay es ensayos de políticas que nos puedan ir acercando y aproximando a mejores resultados”.