Proyecto sobre servicios audiovisuales no busca controlar contenidos ni líneas editoriales
El Presidente José Mujica dedicó su alocución radial a las características más relevantes del proyecto sobre los servicios audiovisuales que el Ejecutivo enviará en breve al Parlamento. Fue enfático al afirmar que tal proyecto “está a leguas de lo que sería una ley mordaza” a periodistas, medios y líneas editoriales. Por el contrario, la propuesta busca establecer derechos, obligaciones y la previsibilidad del debido proceso.

El proyecto “no es, ni pretende ser, un desiderátum”, pero está basado en las orientaciones que surgen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de las iniciativas de la relatoría de Naciones Unidas para la libertad de expresión, comenzó diciendo el Presidente Mujica al describir los aspectos más relevantes del proyecto que será enviado al Parlamento.
La propuesta, sostuvo el Presidente, busca definir con claridad las garantías del debido proceso en las asignaciones de frecuencias. Trata que el proceso de otorgamiento de frecuencias tenga plazos para que se pueda desarrollar un proyecto de comunicación y recuperar la inversión, agregó.
Mujica fue enfático en sostener que el proyecto no incluye regulación de contenidos como exigencia previas de imparcialidad, sino que impulsa la sensata autorregulación, sin imponer ninguna clase de códigos de ética que surjan desde el Estado. Prohíbe expresamente cualquier mecanismo de censura previa por parte de cualquier autoridad reguladora; trata de prohibir el poder y el uso económico del Estado como forma de privilegiar la comunicación en función de líneas informativas o editoriales.
El proyecto trata de asegurar la diversidad y el pluralismo en el sistema de medios. Incluye la obligación de medidas que habiliten el acceso equitativo a medios audiovisuales y trata de evitar la formación de monopolios y oligopolios. Expresa un tácito reconocimiento de la libertad editorial, lo cual incluye la libre determinación de la programación.
La propuesta que se enviará al Parlamento no discrimina al sector comunitario, dijo Mujica. Se establece una reserva de un tercio del espectro para iniciativas sin fines de lucro. Se definen medios públicos no gubernamentales dentro de un Sistema de radio y TV del Uruguay, que va a estar dirigido por un organismo independiente del gobierno pero que necesitará aval parlamentario. Ese organismo será independiente del gobierno y de intereses económicos.
Además, el proyecto de ley procura crear la figura del ombudsman, designado por mayorías parlamentarias especiales, para la defensa de los derechos de las personas.
“No nos corresponde el papel de definir lo bueno o lo malo en los medios”
"Hace tiempo, más de un año y medio, cuando se empezaron a reunir algunos técnicos y comenzaron a discutir este tema y hacer borradores, hubo un verdadero bombardeo de prensa. Nosotros, en Presidencia, no teníamos ni noticia de lo que se estaba discutiendo. Y nos cayó muy mal que los términos fueran hacia afuera, surgiendo toda clase de juicio sin que tuviéramos la más mínima idea", dijo Mujica, reiterando el concepto de que antes de definir los aspectos principales de la propuesta, ya se asistían a una ofensiva crítica sobre el mismo.
"Fue cuando dijimos que si nos venía un proyecto lo íbamos a tirar en la papelera". Porque los procedimientos de conversaciones laterales que se estaban dando, seguramente por exceso de confianza, estaban creando una atmósfera negativa para este proyecto.
Oportunamente, en esta audición dijimos que no se pretende regular los medios de comunicación. "No existe ningún interés en regular los contenidos ni meternos en las líneas editoriales de los medios. No se trata de que el gobierno defina lo bueno o malo. No nos corresponde ese papel", dijo el Presidente. No es un proyecto de ley para amordazar a los medios y los periodistas. Por el contrario, va a tratar de dar certeza jurídica a los periodistas y operadores. No solo se trata de dar más libertad de expresión a los medios, sino para todas las personas.
Dijo que "no es una tentativa de acallar a los dueños de los medios, pero sí va procurar que tengan obligaciones y responsabilidades con la sociedad. Debemos tomarnos el tiempo que sea necesario para los cambios que haya que hacer".
Y no existe un ámbito más adecuado para esa discusión que el parlamento y por lo tal, siendo un proyecto, no deja de ser un proyecto que el Parlamento podrá cambiar y mejorar. "Eso sí, sería deseable que se pudiera hacer con seriedad y no cometer esa actitud de salir criticando lo que no se conoce. Eso no hace otra cosa que crear una sensación de irresponsabilidad. No se puede tener decisiones antes de conocer un asunto. Y si nos despojamos de toda pasión, tal vez podamos en tiempos venideros, encontrar el camino de una buena ley que ayuda en este frente tan importante de nuestro acontecer", enfatizó.