Cien años del genocidio armenio

Raúl Sendic enalteció la memoria colectiva, la búsqueda de la verdad, justicia y esperanza

Con la presencia del Presidente del República, Tabaré Vázquez y el vicepresidente Raúl Sendic, entre otras autoridades nacionales, se conmemoró el centenario del genocidio armenio. Sendic recordó los principales hechos y homenajeó a las voces que sobrevivieron a través de la memoria colectiva. “Hablamos de algo por lo cual seguir rasgando las paredes del tiempo de lo doloroso, para que de esa búsqueda surja la esperanza”.

Presidente Tabaré Vázquez recibe reconocimiento de la comunidad armenia

El Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo fue el escenario donde la comunidad armenia junto a las autoridades nacionales realizó un acto de conmemoración de los 100 años del genocidio del pueblo armenio. Al haber sido Uruguay el primer país en reconocer, en 1965, la matanza de un millón y medio de armenios como un genocidio, la comisión de conmemoración entregó reconocimientos a exlegisladores y expresidentes. 


También se entregó un reconocimiento al Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en representación del apoyo del pueblo uruguayo. 


El presidente de la Asamblea General y vicepresidente de la República, Raúl Sendic, fue el orador en representación del pueblo uruguayo. Expresó que “si hablamos de genocidio, un hecho repudiable desde todo punto de vista, también podemos estar hablando sobre las voces que sobrevivieron, sobre la memoria colectiva y sobre la búsqueda de la verdad y la justicia. Hablamos de algo por lo cual seguir rasgando las paredes del tiempo de lo doloroso, para que de esa búsqueda surja la esperanza”. 


Sendic recordó los principales episodios de la historia en los que el pueblo armenio fue sujeto de deportaciones, expropiaciones, secuestros, tortura y masacre, en manos de las autoridades turcas a finales del Siglo XIX y que tenía como objeto desarticular el impulso nacionalista legítimo de la comunidad armenia.


“Ese es el sentimiento depositado en tantas almas que dicen ‘presente’ no solo aquí, en el Uruguay, sino también en todas partes del mundo; porque el genocidio hacia el pueblo armenio pudo devastar y silenciar a un millón y medio de almas, pudo destruir la vida y llenar de muerte un tramo de la historia de este planeta, pero no pudo acallar la lucha de quienes hasta el día de hoy continúan gritando al cielo que la batalla en la paz y por la memoria permanece”, enfatizó.  


También recordó que Uruguay en 1965, mediante la Ley 13.326, fue el primer país en reconocer este acto contra la vida como un genocidio que exterminó a un millón y medio de personas.

 

“Los genocidios se enmarcan en una de las peores formas de degradación de los seres humanos por parte de quienes pertrechados bajo el mando del poder, cualquiera sea su forma, arrasan con la vida de un conjunto de individuos por el mero hecho de ser distintos o simplemente diferentes”.


Agregó que un genocidio no reconoce los conceptos de ‘paz’, ‘tolerancia’, ‘respeto’, ‘derecho’. ‘libertad’  o ‘justicia’, y enfatizó las palabras del poeta Avedik Isahagian (1875-1957) que significan la lucha del pueblo armenio de ayer y de hoy: “Nacer armenio es una desgracia y vivir como armenio es un heroísmo”.


En representación de la Comisión de la Conmemoración del Genocidio del Pueblo Armenio, Javier Polatián reflexionó sobre la lucha de la comunidad armenia por mantener la memoria y la justicia, al tiempo que abogó por la tolerancia y la paz.

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