Derecho a la cultura 
Reclusas del CNR trabajarán en joyería y cerámica preparando su reinserción social
El Centro Nacional de Rehabilitación femenino posee un nuevo emprendimiento sociocultural. Se trata de dos Fábricas de Cultura que el Área Ciudadanía Cultural del MEC instaló en ese establecimiento carcelario para desarrollar productos de joyería y cerámica artesanal. Más de 30 reclusas trabajarán en esta iniciativa que fomenta la preparación para su posterior egreso y reinserción en la sociedad.
El proyecto Fábricas de Cultura tiene como objetivo crear ámbitos de interacción sociocultural dirigido a las poblaciones locales para fomentar la producción de servicios, pequeños y medianos emprendimientos culturales innovadores, creadores de fuentes de trabajo que contribuyan al desarrollo humano. Existen en total 20 fábricas instaladas en todo el territorio que se dedican a la producción de cerámicas, joyería, turismo cultural, textiles, muebles y accesorios, entre otros rubros.
La instalación de estas fábricas de cultura en el CNR se enmarca, además, en los proyectos Unidos en la Acción de ONU y Apoyo a la Reforma de las Instituciones para las Personas Privadas de Libertad y el proyecto Viví Cultura del Estado uruguayo, junto al Sistema de Naciones Unidas y financiado por el Fondo ODM/PNUD España y AECID.
Las fábricas que hoy se instalan en el CNR femenino permitirán a las mujeres privadas de libertad obtener ingresos por la venta de productos y así ayudar al mantenimiento de sus familias.
La inauguración de estas nuevas fábricas de cultura contó con la participación del ministro del Interior, Eduardo Bonomi; la coordinadora residente de Naciones Unidas en Uruguay, Susan McDade; la subsecretaria de Educación y Cultura, María Simón; el director de Cultura, Hugo Achúgar; la directora del CNR femenino, Margarita Hermida; y la encargada del área de Gestión Laboral del CNR femenino, Karina Guayta.
Intensa preparación para el retorno a la sociedad
Hoy habitan en el Centro Nacional de Rehabilitación femenino 402 mujeres. “Cuando apoyamos a una mujer privada de libertad, solventamos a una familia”, afirma la directora del establecimiento Margarita Hermida. En este centro se imparten clases de educación primaria (obligatorio para aquellas mujeres analfabetas) y secundaria, además de diversos talleres que incluyen peluquería, belleza, costura, manualidades, mantenimiento del establecimiento y de predios, jardines y cultivos, informó la jerarca.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, reconoció que el proyecto que desarrolla Naciones Unidas se encuentra en sintonía con los principales ejes de la reforma penitenciaria, que promueve la educación, el trabajo, la cultura, la recreación y el deporte.
Asimismo, sostuvo que es necesario el apoyo de todo el colectivo social en este tipo de emprendimientos, porque es la forma de luchar contra la reincidencia delictiva. Agregó que no se debe olvidar que las personas privadas de libertad están en un proceso temporal y que, más tarde o más temprano, retornarán a la sociedad. La capacitación que reciban durante ese proceso será esencial para garantizar una reinserción sin reincidencia.
En esa misma línea, la subsecretaria del MEC reafirmó que los reclusos están privados de su libertad pero no de la totalidad de sus derechos, siendo el acceso a la cultura y a la educación un derecho que no se debe perder nunca. En ese sentido, Simón abogó por la no discriminación y la integración de las personas privadas de libertad en la sociedad como forma de avanzar hacia una comunidad más segura.
El director de Cultura, Hugo Achúgar, informó que el ministerio desarrolla un plan de acción junto al Patronato de Encarcelados y Liberados, e instalará usinas culturales en el establecimiento COMCAR y en la cárcel de Paysandú.