Proceso de calidad voluntario

Reconocimiento por buenas prácticas alimentarias recayó este año en 28 centros de primera infancia del INAU

“Uno de cada cinco niños pequeños bebe refrescos azucarados cuando tiene sed y consume galletitas dulces, alfajores y golosinas, mientras que solo 27 % de ellos consume verduras y legumbres en su alimentación habitual”, dijo la ministra Marina Arismendi en el reconocimiento del INDA a las buenas prácticas de nutrición en 28 centros de atención a la primera infancia del Instituto del Niños y el Adolescentes del Uruguay (INAU).

Sede del Mides

Uno de los principales ejes de las nuevas guías alimentarias para la población uruguaya consiste en la revalorización de la comida casera y la disminución del consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas, destacó Arismendi en la entrega de los 28 diplomas de reconocimientos por parte del Instituto Nacional de Alimentación (INDA).

En el acto del viernes 6 en la Torre Ejecutiva, al que concurrieron representantes de los centros de primera infancia galardonados por sus buenas prácticas de alimentación y nutrición, la ministra de Desarrollo Social estuvo acompañada por la presidenta del INAU, Marisa Lindner, el director del INDA, Gerardo Lorbeer, y el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Vicente Plata.

El INDA y el INAU lanzaron en 2018 la propuesta para el reconocimiento de buenas prácticas de información, comunicación y educación alimentaria. En la convocatoria podían participar de forma voluntaria los 480 centros de atención a la infancia y la familia (CAIF), dependencias Nuestros Niños y centros de atención a la primera infancia (CAPI) existentes en Uruguay en ese año.

Se postularon de forma voluntaria 76 CAIF, 15 CAPI y cinco servicios de Nuestros Niños, de los cuales 28 obtuvieron el reconocimiento de buenas prácticas alimentarias luego de atravesar un proceso de trabajo y control de calidad vinculados a talleres, clases de cocina, producción de alimentación y cuidado del medio ambiente, además de capacitación en nutrición.

Arismendi destacó que el incremento continuo de la obesidad constituye un grave problema y que es el tipo de malnutrición más frecuente en Uruguay, lo que se puede evitar con estrategias de promoción y prevención que reduzcan los hábitos insalubres y la falta de actividad física que son los principales condicionantes.

El trabajo conjunto que desarrollan las familias y los centros se ven enriquecidos por las experiencias de aprendizajes, la diversificación de propuestas y las oportunidades de experimentar que amplifican el conocimiento del mundo de los niños, también en materia alimenticia, dijo Arismendi.

Agregó que ese reconocimiento es una distinción a la labor desarrollada, que pretende difundir las experiencias educativas exitosas, destacar su valor e impulsar una réplica en otros ámbitos educativos.

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