La resolución pacífica de los conflictos y el multilateralismo son definiciones históricas de Uruguay, dijo Rodolfo Nin Novoa
Uruguay plasma en la Organización Mundial del Comercio (OMC) “su más profundo apego al sistema multilateral de resolución de conflictos y al sistema comercial basado en normas, definió el canciller Rodolfo Nin Novoa en la celebración del fin de la Ronda Uruguay del GATT y la creación de ese espacio diplomático. Para el director general de la OMC, Roberto Azevedo, el organismo es el último bastión contra la “ley de la selva”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores celebró este jueves 12 en su sede central los 25 años de la finalización de la Ronda Uruguay del GATT (sigla en inglés para el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) y la posterior creación de la OMC. Esta ronda, la octava desde el inicio de las negociaciones, comenzó en setiembre de 1986 en el Hotel San Rafael, Maldonado. Fue además la de mayor participación.
Luego de ocho años de diálogo, se establecieron las bases para la posterior creación de la OMC el 15 de abril de 1994 en la ciudad de Marrakech, Marruecos. La Ronda Uruguay fue “la mayor reforma del comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial y la liberalización comercial más ambiciosa de la historia”, calificó en el acto el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa.
“Como miembro del GATT desde 1953 y fundador de la OMC, Uruguay plasma en esta organización su más profunda vocación y apego al multilateralismo y al sistema comercial basado en normas”, definió el ministro. En este marco, recordó la tarea del embajador uruguayo Julio Lacarte Muró. Una sala de la sede central de la OMC en Ginebra, Suiza, lleva su nombre en homenaje a su trabajo a favor del derecho internacional y la solución pacífica de las controversias.
Nin Novoa también mencionó a Enrique Iglesias y Sergio Abreu, presentes en la ceremonia, como dos figuras uruguayas que contribuyeron a la defensa de estas ideas características de la historia nacional.
Según el jerarca, la OMC garantiza el sistema de comercio mundial en base a sus tres pilares: negociación, transparencia y solución de diferencias. “Uruguay es consciente de los desafíos que hoy enfrenta esta organización, que son el resultado lógico de las transformaciones que vivió el mundo en estos 25 años y, por esto, nuestro país sigue de cerca las distintas propuestas de reforma de la Organización”, acotó.
El sistema multilateral del comercio es el último bastión frente a la “ley de la selva”, precisó el principal dirigente de la OMC
El director general de la Organización Mundial del Comercio, Roberto Azevedo, indicó a la transformación tecnológica como un motor de los cambios en el comercio internacional. Recordó que la productividad redujo la mano de obra en sectores tradicionales, como las manufacturas, que podría perder el 80 % de las fuentes de trabajo por este desafío que amenaza al empleo mucho más que las importaciones, consideró.
Por eso, subrayó que los países deben conversar de forma multilateral para acercar posiciones, con el sistema de comercio integrado a esta discusión, dijo.
“El sistema es el último bastión entre lo que tenemos hoy y la ‘ley de la selva’, consideró Azevedo. Advirtió que los ciudadanos en todo el mundo observan que las tensiones comerciales incrementan las incertidumbres, que provoca la retirada de inversores y, por ende, la reducción de los puestos de trabajo.
La actualización de normas de la OMC es fundamental, a su entender, para brindar garantías al sistema multilateral de comercio. Agricultura, seguridad alimentaria, economía digital, facilitación de las inversiones, servicios, pequeñas empresas, empoderamiento de las mujeres, son algunos de los temas destacados por Azevedo. Uruguay participa en todos los debates de la OMC, añadió.
“Al celebrar los 25 años del cierre de la Ronda Uruguay, conmemoramos un gran hito de la historia del multilateralismo comercial. Es importante notar que el multilateralismo no hace desaparecer por arte de magia nuestras diferencias y desacuerdos, pero nos da los medios para resolver de forma pacífica y cooperativa. Hoy experimentamos grandes cambios con gran rapidez, que trascienden las fronteras nacionales. Necesitamos una respuesta mundial”, concluyó el diplomático.