Samper: “Ley de regulación de marihuana de Uruguay apunta en la dirección correcta”
El expresidente colombiano Ernesto Samper sostuvo que la ley que regula el mercado de la marihuana, impulsada por el Gobierno y aprobada en el Parlamento, “apunta en la dirección correcta”. “Quizás solo un país como Uruguay, por lo pequeño y por la solidez de sus instituciones, puede hacer una propuesta tan de avanzada”, sostuvo este miércoles al presentar su libro “Drogas, prohibición o legalización, una nueva propuesta".

La presentación oficial del libro de Ernesto Samper, a la que invitó la Junta Nacional de Drogas (JND), se realizó este miércoles en Uruguay, en la Facultad de Ciencias Sociales, con la presencia de la decana de ese centro de estudios, Susana Mallo, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, y el secretario general de la JND, Julio Calzada.
Calzada sostuvo que el documento de Samper es un aporte sustantivo a un debate de ideas libres, sin tabúes. “Es un debate que nos merecemos los uruguayos”, dijo el jerarca de la JND al tiempo que coincidió con Samper en que América Latina lidera los cambios en materia de políticas de drogas. “Eso es producto de una realidad que es lacerante, los aspectos vinculados a la violencia, a la criminalidad, al lavado de dinero, a todos los aspectos más cruentos de esta fatídica guerra”, afirmó.
Durante su exposición, Samper hizo un breve repaso del contenido de su trabajo compilado bajo el título “Drogas, prohibición o legalización, una nueva propuesta” en el que el mandatario de Colombia durante el periodo 1994-1998 propone la necesidad de buscar nuevas fórmulas para combatir el narcotráfico y reducir el consumo de drogas y cuestiona con datos y argumentos la guerra actual contra las drogas a través de políticas prohibicionistas que “están haciendo agua”.
“Las políticas prohibicionistas son ineficientes aún en el tema económico”, subrayó Samper ante un numeroso auditorio. Por ello, el exjefe de Estado colombiano propone la necesidad de instrumentar una política alternativa integral, selectiva, concertada y gradual.
A su juicio, no es posible pasar de un fundamentalismo prohibicionista a otro legalizador. “Se trata de hacer el tránsito de una prohibición total a la descriminalización de las drogas”, dijo Samper, al tiempo que remarcó que "se debe intervenir en todos los eslabones de la cadena".
Refiriéndose a la necesidad de que una política en drogas sea selectiva, sostuvo que no se puede dar el mismo tratamiento a todas las drogas, ya que la marihuana “es más inofensiva que el alcohol y el tabaco”. Agregó: "Selectiva también porque hay que distinguir entre el consumo recreativo y la adicción que necesitan atención médica".
“Si el mundo pudiera seguir estos pasos de Uruguay, el problema de las drogas estaría resuelto en un 60%”, advirtió. Sobre este punto, Samper relativizó el pronunciamiento de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). “Para que tuviera credibilidad la opinión de la JIFE, me gustaría saber cuál es su opinión sobre lo que se está haciendo en Colorado y Washington, que es exactamente lo mismo que pretende hacer Uruguay. ¿Por qué un tratamiento a un país es distinto que hacia algunos Estados que de alguna manera están mostrando una tendencia en Estados Unidos hacia lo que se está haciendo en Uruguay?”, preguntó el exjefe de Estado.
Continuando con su propuesta, Samper hizo énfasis en señalar que cualquier política alternativa debe ser concertada. Y en este punto, advirtió que hay un bloque prohibicionista a nivel de los organismos internacionales, que no solo lo conforma Estados Unidos o algún país europeo, sino también los países islámicos.
“Yo creo que se va a imponer una revisión de las políticas prohibicionistas que lleve a que el Estado regule el mercado y logre la reducción del consumo”. “Creo que América Latina comienza a liderar este cambio”, insistió reiterando sus elogios hacia el camino emprendido por Uruguay en esta materia.
“El proyecto de Uruguay apunta en la dirección correcta y tiene una virtud. Quizás solamente un país como Uruguay, pequeño pero a su vez sólido en sus instituciones y con gran prestigio, puede hacer una propuesta tan de avanzada. Ojalá que no haya un retroceso en esto y que se logre consenso para mantener esta propuesta. No es la primera vez que Uruguay se pone a la vanguardia”, sostuvo ejemplificando con los profundos cambios en seguridad social del siglo pasado.
Samper sostiene en su libro que la descriminalización ofrece un amplio abanico de estrategias alternativas que se podrían adoptar sin llegar a la legalización ni mantener el statu quo de la prohibición. En ese contexto, menciona el ejemplo holandés, de venta regulada para administrar el consumo y la distribución minorista; la diferenciación entre el uso y la adicción como tema de salud pública (Portugal) y la regulación estatal de la producción, distribución y consumo de marihuana, citando en este caso el ejemplo de California en Estados Unidos y la propuesta uruguaya.
“La política alternativa que se adopte no debería estar inspirada en criterios ideológicos o moralistas. Su estructuración se debe hacer a partir de consideraciones de interés colectivo como el respeto de los derechos humanos, la protección de la salud, la defensa del medio ambiente y la reducción de la criminalidad”, advierte Samper en su libro.