Ruben Villaverde, presidente del Sirpa 
En un breve balance de lo hecho desde la creación del organismo en julio de 2011, el titular del Sirpa señaló que las metas de la comisión delegada se vienen alcanzando en general y que este año hay varios proyectos a concretar, tomando en consideración el presupuesto de 450 millones de pesos con que se cuenta.
Uno de los planes ya concretados es el Centro de Ingreso, Estudio y Derivación, ubicado en General Flores y Bulevar Artigas, que se inaugurará a comienzos de abril y que ofrece 56 nuevas plazas.
Se trata del comienzo de una nueva etapa en la que los jóvenes que ingresen a la institución pasarán por un diagnóstico técnico y les serán asignados proyectos adecuados a su realidad particular, apuntó Villaverde.
Agregó que en una segunda etapa, 45 días después, se inaugurará en el mismo predio un centro de máxima seguridad, que albergará a 80 internos más. Contará con modernos elementos de seguridad, un centro de salud propio, aulas de estudio, campos de deportes y gimnasio.
En el predio que ocupó el Regimiento 9 del Ejército también se están construyendo cuatro módulos, con 27 plazas cada uno, a donde se trasladarán los jóvenes que están vinculados a proyectos de estudio y los que se capacitan para luego realizar salidas laborales. Según el funcionario, esta obra estaría siendo inaugurada en agosto.
Por otro lado, señaló que las obras en el edificio donde funcionó la cárcel de La Tablada comenzarán apenas se ultimen ciertos detalles burocráticos. En ese lugar serán alojados 120 jóvenes mayores de 18 años que aún cumplen obligaciones del Instituto de Niños y Adolescentes del Uruguay (INAU).
En otro orden, Villaverde añadió que el sistema acordó, con las oficinas departamentales del INAU de los departamentos de Lavalleja, Salto y Soriano, montar tres centros chicos con características de regional, destinados a los jóvenes que cometieron por primera vez alguna infracción, para no tener que trasladarlos a Montevideo y que puedan mantenerse cerca de su medio de origen.
Convenios
El presidente del Sirpa también hizo referencia a los convenios previstos para este año: con UTE, los ministerios de Ganadería Agricultura y Pesca y de Salud Pública (afiliaciones a la Administración de Servicios de Salud del Estado), Ancap y con la Federación Uruguaya de Funcionarios de Salud Pública.
Al respecto, indicó que hasta el momento son 175 los jóvenes que han transitado por la experiencia laboral, de los cuales solo cinco no colmaron con las expectativas previstas. “Basta con que ayudemos a uno solo para sacarlo del mundo del delito para que valga la pena el esfuerzo”, enfatizó.
Recursos Humanos
Entre 2012 y 2013 se incorporaron al sistema cerca de 400 funcionarios, lo cual “ha ayudado significativamente a mejorar las condiciones de seguridad, en primer término, porque es lo que llevó el número de fugas a cero”, dijo Villaverde.
El hecho de tener que atender a más de 600 internos llevó a incrementar la dotación de personal, así como la necesidad de acompañarlos en sus salidas laborales y para realizar los trámites judiciales que necesitan, explicó.
Se ha cumplido con metas como lograr que los jóvenes infractores estudien y trabajen
Los principales objetivos trazados por el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) se están cumpliendo, como la eliminación de las fugas y motines y la misión de inculcar "a los jóvenes infractores hábitos educativos y laborales", destacó su presidente, Ruben Villaverde. A modo de ejemplo, informó que solo cinco de los 175 que trabajan presentaron algún tipo de problema en su empleo.
Uno de los planes ya concretados es el Centro de Ingreso, Estudio y Derivación, ubicado en General Flores y Bulevar Artigas, que se inaugurará a comienzos de abril y que ofrece 56 nuevas plazas.
Se trata del comienzo de una nueva etapa en la que los jóvenes que ingresen a la institución pasarán por un diagnóstico técnico y les serán asignados proyectos adecuados a su realidad particular, apuntó Villaverde.
Agregó que en una segunda etapa, 45 días después, se inaugurará en el mismo predio un centro de máxima seguridad, que albergará a 80 internos más. Contará con modernos elementos de seguridad, un centro de salud propio, aulas de estudio, campos de deportes y gimnasio.
En el predio que ocupó el Regimiento 9 del Ejército también se están construyendo cuatro módulos, con 27 plazas cada uno, a donde se trasladarán los jóvenes que están vinculados a proyectos de estudio y los que se capacitan para luego realizar salidas laborales. Según el funcionario, esta obra estaría siendo inaugurada en agosto.
Por otro lado, señaló que las obras en el edificio donde funcionó la cárcel de La Tablada comenzarán apenas se ultimen ciertos detalles burocráticos. En ese lugar serán alojados 120 jóvenes mayores de 18 años que aún cumplen obligaciones del Instituto de Niños y Adolescentes del Uruguay (INAU).
En otro orden, Villaverde añadió que el sistema acordó, con las oficinas departamentales del INAU de los departamentos de Lavalleja, Salto y Soriano, montar tres centros chicos con características de regional, destinados a los jóvenes que cometieron por primera vez alguna infracción, para no tener que trasladarlos a Montevideo y que puedan mantenerse cerca de su medio de origen.
Convenios
El presidente del Sirpa también hizo referencia a los convenios previstos para este año: con UTE, los ministerios de Ganadería Agricultura y Pesca y de Salud Pública (afiliaciones a la Administración de Servicios de Salud del Estado), Ancap y con la Federación Uruguaya de Funcionarios de Salud Pública.
Al respecto, indicó que hasta el momento son 175 los jóvenes que han transitado por la experiencia laboral, de los cuales solo cinco no colmaron con las expectativas previstas. “Basta con que ayudemos a uno solo para sacarlo del mundo del delito para que valga la pena el esfuerzo”, enfatizó.
Recursos Humanos
Entre 2012 y 2013 se incorporaron al sistema cerca de 400 funcionarios, lo cual “ha ayudado significativamente a mejorar las condiciones de seguridad, en primer término, porque es lo que llevó el número de fugas a cero”, dijo Villaverde.
El hecho de tener que atender a más de 600 internos llevó a incrementar la dotación de personal, así como la necesidad de acompañarlos en sus salidas laborales y para realizar los trámites judiciales que necesitan, explicó.