Inversión en Conchillas

Segunda planta de celulosa instalada en Uruguay sostiene 6.000 empleos y califica personal

La fábrica de pasta de celulosa que comenzó a operar en Colonia emplea en forma directa a unas 700 personas, mientras que la cadena productiva forestal que la incluye completa 6.000 puestos, afirmó el ministro Roberto Kreimerman. En la construcción de la planta se desempeñaron 3.200 trabajadores en promedio, aunque en algunas etapas esa plantilla se duplicó, y se capacitaron muchos de ellos en distintas disciplinas técnicas.

Entrega de certificados de cursos de capacitación en 2013 con participación del Presidente Mujica
La segunda planta de celulosa instalada en el país, ubicada por el consorcio Montes del Plata en la localidad coloniense de Conchillas, es hasta ahora el proyecto de inversión más grande en la historia de Uruguay.

Para su puesta en funcionamiento, la empresa transnacional Stora Enso, de capitales sueco-finlandeses, y Arauco, de origen chileno, destinaron 2.350 millones de dólares. El total de sus activos en Uruguay es de 3.500 millones de dólares.

En ese contexto, se estima que con las producciones sumadas de esta planta de Conchillas y lo que ya genera el consorcio UPM (ex Botnia), instalada en Fray Bentos, se llegará a unas 2,5 millones de toneladas de celulosa por año en el país, que se traducirá en una facturación aproximada de 1.875 millones de dólares.

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, el ministro Kreimerman habló de la capacidad de producción de Montes del Plata, de la incidencia de este emprendimiento en la generación de empleo y del crecimiento basado en la calificación.

“Estamos ante la instalación de una planta con la última tecnología y las mejores prácticas”, dijo el secretario de Estado, quien recordó que la solicitud de producción planteada por la empresa fue de 1,3 millones de toneladas de celulosa, pese a que no descartó que en un futuro esa capacidad se amplíe.

De todas formas, aclaró que llevará su tiempo regularizar la producción, normalizarla y venderla. “Siempre ocurre en todas las empresas productivas lo que técnicamente se llama ‘la curva de aprendizaje’”.

Empleo
Durante la construcción de la planta en la pequeña localidad coloniense hubo un promedio de 3.200 trabajadores en actividad, con un máximo registrado en el primer semestre de 2013 de más de 6.000.

En funcionamiento, Montes del  Plata ocupa de manera directa a casi 700 personas, pero en  definitiva abarca una cadena productiva forestal–industrial que sostiene unos 6.000 empleos, sumando los directos, indirectos e inducidos.

Esta cadena comprende, desde el laboratorio de investigación y desarrollo, pasando por el vivero, todas las etapas de la silvicultura, la cosecha forestal, los transportes terrestres y fluviales y llega hasta la logística de ultramar. Se completa finalmente con el complejo industrial.

Capacitación
En línea con la política de responsabilidad social de la empresa y pensando en el mejor desempeño de sus trabajadores, Montes del Plata capacitó en distintas disciplinas técnicas a 700 empleados de la construcción, al mismo tiempo que se levantaba la planta.

Esto fue posible gracias a un convenio firmado entre Montes del Plata, el Fondo de Capacitación para Trabajadores y Empresarios de la Construcción (Focap), el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra) y la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). 

Del programa de formación, que comprendió más de 40 cursos, egresaron 200 personas en 2012 y 500 en 2013. Las capacitaciones incluyen disciplinas como soldadura, andamista, montaje de estructuras, izaje, tubería, torqueador, montaje mecánico y eslingador, electricidad, instrumentos, pintura de obra, aislación térmica, equipos móviles, tubbing y accesorios.

El año pasado se inscribieron 1.100 trabajadores, incrementándose sensiblemente el interés por mejorar su calificación.

Crecimiento relacionado con calificación
El ministro explicó que el crecimiento que registró el país en los últimos años tuvo la característica de ser inclusivo, ya que tiende a la disminución de la pobreza y la marginalidad, a diferencia de la mayoría de los países de América Latina, región que aún sigue siendo la más desigual del mundo.

“Uruguay crece por la utilización de los recursos naturales, crece por la logística, porque está bien ubicado, por la inversión extranjera, pero también crece y debe seguir haciéndolo por capacitar más a su gente, y formar más empresas”, indicó. Las pequeñas y medianas empresas representan 93 % de la plantilla empresarial de Uruguay son responsables de 60 % de la mano de obra ocupada en el país, añadió.

Kreimerman dijo que sin estos elementos no se asegura la continuidad y se termina cayendo en una trampa de crecimiento.

Este emprendimiento se encaró con las mayores exigencias en cuanto al uso de las capacidades nacionales, puntualizó.

“Hemos logrado un desarrollo científico tecnológico importante, que incluye convenios con las universidades. Necesitamos pasar a niveles superiores, pero en estos casos no hay atajos, hay que dar pasos, más pasos”, enfatizó.

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