Nueva etapa

Segundo proyecto del FDI para la quesería artesanal

Al finalizar la primera fase del apoyo del Fondo de Desarrollo del Interior a productores queseros artesanales, hace dos años se elaboró un nuevo proyecto denominado “FDI II”. El proceso se detuvo un tiempo ya que coincidió con la elección nacional y departamental. En 2011 se retomó el plan, que fue trabajado por las intendencias de Colonia, San José, Flores y Soriano, y se aprobó. Hoy se encuentra en la etapa final de diseño.

El secretario general de la Asociación del Quesero Artesanal, Walter Gugelmeier, explicó que la iniciativa se basa en cuatro líneas de trabajo, una tiene que ver con el agua que en los últimos cinco años se volvió prioridad. Hoy se está solucionando el abastecimiento con un programa del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) pero se trabajará en un protocolo del uso adecuado del agua.

El segundo tiene que ver con la promoción del producto queso artesanal, desde el punto de vista de la mejora del mismo, "para ello hay que hacer concursos, catas, degustaciones y ayudar a que el productor vea qué pasa con los consumidores, qué prefieren y que el producto queso mejore", expresó.

El tercer punto tiene que ver con el fortalecimiento institucional, continuar trabajando en ello para que haya más gente participando, “que se piense en la renovación porque el proceso de recambio generacional puede llevar años”, aseguró.

El cuarto elemento pasa por los talleres de buenas prácticas que implica la promoción del producto, asegurar la higiene y la inocuidad de los alimentos. En este sentido se promueve el uso de túnica y gorro, el lavado de manos, en definitiva tener una conducta en pro del cuidado del producto.

El nuevo financiamiento supondrá alrededor de 250 mil dólares en tres años, a lo que se suma la partida de la Asociación del Queso Artesanal y los productores. “Este aporte es una manera de participar en algo y sentirse parte”, concluyó.

Por otra parte, Gugelmeier informó que existen tres cámaras de maduración colectiva. Una vez que el productor elabora el queso, lo tiene unos días en su casa y luego lo lleva a una cámara colectiva que posee unos 100 mil kilos de capacidad (en las tres cámaras).

“Hay que lograr que más productores se incorporen. Muchos de los que hace unos 15 años llevan el producto, hoy se están construyendo una cámara propia en su domicilio. Para poderlo estacionar debe ser un buen queso, lo que obliga a esforzarse a hacer un mejor producto y estar en la cadena de agregar valor”, sostuvo.

Gugelmeier explicó que la idea es trabajar con técnicos de campo, asistentes sociales y agrónomos para ayudar a la gente a definir las necesidades y a capacitarla en determinados aspectos. “En estos cuatro departamentos hay cerca de mil productores, es muy difícil atenderlos a todos pero es importante tener una línea más directa con la gente, si ellos no participan, hay que tener una estrategia para poder acercarse”, reflexionó.