Semana de reflexión para fomentar y proteger el desarrollo de la primera infancia
En Uruguay el 89% de las mujeres amamanta durante el primer mes de vida a sus bebés. Luego de los tres meses, con la vuelta al trabajo, esta práctica decae. Desde el MSP se promueve la creación de salas de amamantamiento que permitan a las mujeres continuar alimentando a sus hijos con leche humana. En la Semana Mundial de la Lactancia, se organizaron actividades para promover esta práctica en el trabajo y espacios públicos.

Desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) se trabaja y apuesta a la protección de la primera infancia, donde los primeros 24 meses de vida del bebé son los más trascendentes. Por tal motivo, el crecimiento y la nutrición son los pilares fundamentales para un Uruguay de primera.
A través de la leche materna se transmite inmunidad al bebé, evitando múltiples afecciones. Mara Castro, coordinadora nacional de Lactancia Materna del MSP dijo que lo ideal es amamantar en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Lo ideal es acompañar la alimentación complementaria hasta los dos años.
La lactancia, además de tener beneficios a corto plazo, tiene efectos muy significativos a largo plazo, tanto para el niño como para la madre. En los niños disminuye el riesgo de cáncer infantil, hipertensión, obesidad, diabetes tipo 1 y 2, entre otras enfermedades. En las mujeres, también disminuye el riesgo de diabetes, el del cáncer de mama y de hipertensión arterial.
En nuestro país la lactancia materna está en continuo crecimiento. Próximamente se publicarán los datos de la última encuesta realizada. Hasta el momento se cuenta con información del año 2007, la cual expresa que el 89% de las mujeres amamantan durante el primer mes de vida a sus hijos, de ese dato un alto porcentaje lo realiza desde la primera hora de vida. La mayoría de las mujeres amamanta hasta los tres meses, fecha en la que se reintegran a la actividad laboral.
Castro expresó que uno de los principales inconvenientes es la falta de espacios adecuados (salas de amamantamiento) en los trabajos, donde las mujeres puedan realizar la extracción de leche. En tal sentido, contó que varios organismos del Estado adhirieron al programa del Naciones Unidas y el MIDES, “Calidad con equidad”, entre ellos ANCAP, UTE, ANTEL, quienes ya cuentan con áreas de lactancia materna para sus mujeres.
Es fundamental acompañar la práctica de amamantar con una segura, adecuada e inocua introducción de la alimentación, por lo que es vital que existan espacios destinados expresamente a tales fines. La jerarca aclaró que no existe una reglamentación al respecto, por lo que las empresas no están obligadas a contar con esas áreas.
Una mujer que siente que su lugar de trabajo brinda un área específica para la lactancia se compromete con la práctica. Con el tiempo la empresa se beneficia porque sus empleadas tienen menos faltas al trabajo.
Otro aspecto importante de la lactancia materna se relaciona con la solidaridad de las mujeres, a través de la donación de leche humana para ayudar al crecimiento de recién nacidos prematuros que por alguna razón sus mamás no cuentan con la cantidad suficiente de leche. Con esta acción se apuesta a que la nutrición de todos los niños pueda ser igual.
El banco de leche de Montevideo cuenta actualmente con 100 mujeres donadoras. Entre el banco de leche de Tacuarembó y Salto suman otras 60 donantes. Durante el año 2010, se pasteurizaron 2.000 litros de leche. Esta práctica implica colocar la leche en condiciones adecuadas -para que aquellas probables infecciones que se puedan transmitir a través de ella o por manipulación de los funcionarios- sean eliminadas. Anualmente con este procedimiento se alimentan de 800 a 900 recién nacidos.