SIRPA incorpora nuevos criterios de clasificación y seguimiento de adolescentes egresados
La presidenta del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (SIRPA), Gabriela Fulco, lideró una jornada de intercambio con fiscales, abogados y jueces. Fueron presentados los criterios de clasificación de adolescentes en conflicto con la ley, basados en el respeto a los derechos humanos y la dignidad. Estos criterios serán empleados para incorporar adolescentes en los programas reinserción educativa y laboral del SIRPA.

En declaraciones a la prensa posteriores a la reunión realizada en el salón de actos del hotel Cala di Volpe, la presidenta de la comisión delegada del SIRPA, Gabierla Fulco, explicó que en la reunión se abordaron temas como medidas sustitutivas, salidas laborales con cupos en diferentes instituciones, lugares de llegada del adolescente, exámenes médicos que se realizan al ingreso, criterios de clasificación, entre otros.
“Habrá otros encuentros, porque se busca tener una rutina para no quedar distanciados como en repúblicas independientes, trabajando de manera descoordinada porque la articulación es básica”, sentenció. Agregó que “se busca edificar sobre el principio de respeto de los derechos humanos y la dignidad de los jóvenes que transitan el periodo la adolescencia”.
La nueva presidenta presentó el plan para el quinquenio y escuchó las opiniones de los profesionales sobre las propuestas de trabajo. Por ejemplo, se plantea que los abogados defensores y familiares estén presentes en la instancia de devolución del primer informe de clasificación para que “haya más elementos de juicio para el diseño el programa de tratamiento que se va a desarrollar y para nutrir de mejor manera al expediente”.
Recordó que hay jóvenes cumpliendo máximos de condena que superan los 18 años y están distribuidos en todo el sistema sin clasificación que los separe, aunque el Código de la Niñez y la Adolescencia establece que deben estar separados. Además puntualizó que la titular del Instituto del Niño y el Adolescente, Marisa Lindner, estudió ejemplos como el de Costa Rica donde los jóvenes de la franja de 18 a 25 años cuentan con un régimen propio.
Expresó que para la clasificación se deben tener en cuenta varias circunstancias como analizar quienes tienen previsión de condena larga y quienes la están finalizando, cómo es el relacionamiento previo y la capacidad edilicia del sistema.
Otro punto en el que se trabaja, en este caso junto al Ministerio de Desarrollo Social, es la generación de dispositivos que permitan el seguimiento del joven después del periodo de reclusión. Manifestó que "es la etapa de mayor riesgo porque si hay dificultades con el núcleo familiar o la reinserción educativa y laboral, las posibilidades de reincidencia pueden ser altas".
Anunció que se introducirá un instrumento de buenas prácticas similar a los sistemas de Cataluña y Canadá, que consiste en una valoración de riesgo de reincidencia en diferentes etapas del periodo de internación, para reajustar el programa de rehabilitación. Por ejemplo, si la posibilidad de reincidencia es alta en el período que está para cumplirse la pena, se puede alertar al equipo que lo recibirá una vez finalizada la misma, para hacer un cerco de contención y un seguimiento. Si no hubo reincidencia en ese periodo, se considera que el programa de rehabilitación fue exitoso.