Sistema de tobilleras electrónicas estará disponible en Canelones y San José
A un año de su implementación en Montevideo, el Ministerio del Interior trabaja para extender a otros departamentos las tobilleras electrónicas como medida cautelar ante casos de violencia doméstica. Actualmente se hace el seguimiento de 50 casos de víctimas y ofensores en la capital, tarea en la que se emplean 30 operadores, a los que se suma el personal policial que actúa ante las alertas.

“La valoración del trabajo realizado es altamente positiva y particularmente de los resultados obtenidos”, dijo la directora de la División de Políticas de Género del Ministerio del Interior, Marisa Lindner, al evaluar para la Secretaría de Comunicación el sistema de tobilleras electrónicas para la verificación de presencia y localización de personas en casos de alto riesgo en violencia doméstica, inaugurado el 1.° de febrero de 2013.
Hasta el 31 de enero se dispusieron de 105 medidas de instalación de las tecnologías solo en Montevideo y en este momento alrededor de la mitad están operativas.
El control del sistema
El sistema es controlado por un equipo que funciona en la División Violencia de Género del Ministerio y que se denomina Centro de Comando Unificado, que se encarga de la instalación y del seguimiento de las medidas las 24 horas del día. Los eventos son distintos, algunos tienen que ver con alertas, otros con baterías que se desgastan, lo que implica tener un contacto diario con víctimas y agresores, labores que están a cargo de unas 30 personas.
Cada individuo que ingresa al sistema tiene un operador referente, que se encarga de comunicarse con la persona a diario, que evalúa cómo se siente la víctima y el ofensor, y trata de contener situaciones de ansiedad o preocupación.
“No es solo un seguimiento electrónico, sino también personalizado”, explicó Lindner, quien aclaró que “es importante la tecnología pero también el factor humano que trabaja detrás del programa”.
Validación de la Justicia
Cerca de 90 % de las disposiciones judiciales están realizadas desde los juzgados especializados en violencia doméstica, pero algunas disposiciones son decretadas desde los juzgados penales.
“Todo el sistema de justicia, en sus distintas órbitas, asumió esta herramienta como un elemento válido y legítimo para dar cumplimiento a las medidas cautelares que tenían dificultades para que se les diera efectivo seguimiento y, por tanto, los incumplimientos a dichas medidas puedan ser sancionados”.
Advertencias e intervenciones
Lindner aclaró que todos los días se generan advertencias. A fines de noviembre se habían enviado 108 móviles policiales ante situaciones de alarma, que en ninguno de los casos generó situaciones de riesgo para las víctimas. A su vez hubo un promedio de más de 4.000 eventos diarios del sistema, que tienen que ver con movimientos de las personas en el territorio que necesitan intervenciones.
Hay zonas de restricción, de advertencia. Cuando el agresor se acerca a la zona de protección dispuesta por la justicia, se activa un mecanismo establecido donde se intenta el contacto con el ofensor y la víctima para generar la advertencia. Muchas situaciones se dan de forma casual, no porque se quiera violar la medida cautelar.
En algunos casos se dispuso la intervención policial de emergencia y unas seis situaciones derivaron en procesamientos de los ofensores. “Esto da cuenta que frente al incumplimiento se toman medidas de sanción. Es importante el mensaje que se da tanto a víctimas como a ofensores”, agregó.
El sistema funciona por distancias de aproximación. Habitualmente la justicia determina una distancia de alejamiento que va de 300 a 500 metros. Si esas distancias son transgredidas se genera una respuesta. Si se detecta un corte o rotura de tobillera que supone un desprendimiento del sistema, se genera una alarma de emergencia y una respuesta inmediata de la policía.
Llevar la iniciativa al interior del país
Si bien el Centro de Comando Unificado tiene alcance nacional, el sistema está operativo solo en Montevideo. “En las próximas semanas vamos a tener novedades en el interior del país. Estamos trabajando para la instalación de los dispositivos en la ciudad de Canelones y en la zona de Ciudad del Plata, y San José. Esto será progresivo”.
Para llevar adelante estos procesos son necesarios elementos que tienen que ver con generar las condiciones operativas para las respuestas. Para ello se está trabajando con las jefaturas policiales para capacitar al personal y definir los criterios procedimentales en caso que se generen alertas o incumplimientos.
“En febrero estamos iniciando ese proceso de trabajo con los distintos niveles policiales. Es un trabajo complejo, pero se están dando pasos para avanzar en su extensión en el territorio”, reflexionó Lindner, quien aclaró que esta expansión supondrá la incorporación de algunos operadores más.
Cruzamiento de datos
Lindner explicó que más de la mitad de los homicidios por razones de violencia doméstica no tienen antecedentes previos, lo que es todo un desafío para el sistema institucional, porque implica ajustar más los procesos referidos a los preventivo. “Nosotros, con esta tecnología, respondemos a situaciones con antecedentes y que tienen un recorrido por el sistema de justicia”, aclaró.