Tabaré Vázquez: El Cudim no existiría si Engler no hubiera puesto su conocimiento y experiencia al servicio de los uruguayos
El presidente Tabaré Vázquez reconoció la labor y el compromiso del científico uruguayo Henry Engler, uno de los impulsores principales del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim). El mandatario le entregó un presente en la oficina presidencial de Suárez y Reyes y le agradeció la quijotada de retornar del extranjero para llevar a cabo este proyecto que entiende fundamental para la salud de todos los uruguayos.

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, distinguió al científico Henry Engler por su aporte a la salud de los uruguayos, por constituirse como el pilar fundamental del proyecto de implementación del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim). En esta institución se realizan estudios gratuitos a usuarios de la salud pública y la privada, financiados por el Fondo Nacional de Recursos, para el diagnóstico de enfermedades oncológicas, neurológicas y cardíacas.
A la actividad, llevada a cabo este viernes 28 en la oficina presidencial de Suárez y Reyes, asistieron la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, el expresidente y actual senador José Mujica y el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, además de familiares del investigador uruguayo.
En la oportunidad, Vázquez definió el agradecimiento como “un hecho histórico y de justicia hacia un uruguayo que le permitió al país tener, en el ámbito de la investigación científica, biológica y médica, instrumentos que nos colocan entre los países más avanzados del mundo por tener esta tecnología”.
“Gracias a él pudimos llevar adelante la concreción del Cudim en el ámbito público para prestarle asistencia a todos los uruguayos, indistintamente de su condición social y económica. Sin el conocimiento y la experiencia que Engler adquirió en el extranjero, Uruguay no tendría este centro, con un trabajo profesional y de primera línea de avanzada”, dijo.
El mandatario subrayó la actitud personal y el compromiso de Engler, quien realizó la quijotada de venir al país, dejando de lado las facilidades y el respaldo que un investigador tiene en el extranjero, con infraestructura de primer nivel y tecnología de vanguardia, aún sabiendo el riesgo, ya que podría ser muy hostil la situación en ese momento. Lo definió como “una aventura”. “Vino a poner todo su conocimiento y experiencia al servicio del pueblo uruguayo”, concluyó.