Tala fue seleccionada para desarrollar acciones de prevención de los efectos de la sequía
En los alrededores de la localidad de Tala se implementarán acciones de prevención de los efectos de la sequía con el fin de controlar los procesos de desertificación y degradación de la tierra. Estas acciones se enmarcan en el acuerdo entre el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el LATU, a través del programa Econormas-MERCOSUR, que prevé acciones simultáneas en los demás países del bloque.

El 9 de abril se realizó el lanzamiento de las actividades de planificación y ejecución de acciones piloto de lucha contra la degradación de la tierra y mitigación de los efectos de la sequía, que se realizarán entre 2013 y 2014 en el kilómetro 84.5 de la Ruta 7, en los alrededores de la localidad de Tala, departamento de Canelones.
Estas acciones se enmarcan en un acuerdo suscripto en el mes de marzo entre el IICA y el LATU a través del programa de apoyo de la Unión Europea con MERCOSUR, denominado Econormas-MERCOSUR y se ejecutarán obras simultáneas en los demás países del bloque.
En esa línea, la directora de la Asesoría de Asuntos Internacionales de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y coordinadora alterna del SG6 (Subgrupo Medio Ambiente) por Uruguay ante el MERCOSUR, Giselle Beja, explicó que las acciones que se desarrollarán serán intervenciones físicas en cuatro zonas de la región, seleccionadas por tener características similares: vulnerabilidad a la sequía, riesgo de degradación de los recursos naturales y generación de polos de pobreza.
Beja explicó que la selección de Tala se basó, además de en estas características, en que se identificó en esa comunidad “un espíritu de cooperación y solidaridad” para trabajar ante la escasez de recursos naturales, como el agua. Si bien en el diagnóstico se definieron otras zonas de similares características, Tala se destacó por el involucramiento de la sociedad civil, específicamente de la Sociedad de Fomento Rural de Tala y del grupo de riego “Por el Agua”.
Construirán planta de bombeo para riego de chacras
Entre las acciones a desarrollar en esta iniciativa, se construirá una planta de bombeo que tomará agua del río Santa Lucía, almacenándola y distribuyéndola entre las chacras que en los últimos años de sequía vieron afectados sus suelos y se encuentran en riesgo de degradación de la tierra.
Además, se realizarán acciones de gestión y capacitación, a través de “juntas de riego” para coordinar el uso del agua en obras colectivas, y capacitación en rotación de agricultura con cultivos forrajeros.
A partir de esa experiencia, se generará información sobre buenas prácticas y se buscará replicar la experiencia en distintas zonas del territorio y de la región. En Argentina, las zonas elegidas para implementar acciones similares son los valles Calchaquíes en Tucumán y Cafayate en Salta; en Brasil, el municipio de Irauçuba en Ceará, y en Paraguay se realizarán acciones en el Chaco paraguayo. Cabe destacar que este programa se creó en 2010, motivo por el cual las acciones de asistencia técnica incluyen también a Paraguay.
¿Qué es la desertificación?
El artículo 1.º de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación define este fenómeno como la degradación de las tierras, erosión de los suelos, la pérdida de la capa superficial del suelo y la pérdida de tierras fértiles. Ocurre en las zonas áridas, semiáridas y sub-húmedas secas, producto tanto de la acción del hombre como de la variabilidad del clima.
Beja explicó que si bien Uruguay no se ubica en una zona árida ni con las características de una zona pasible de desertificación, cuando se adhirió a la Convención de Naciones Unidas (UNCCD), el país señaló que en el territorio se perciben diferentes grados de erosión, incluso situaciones de pérdida total del suelo, lo cual es independiente de la ubicación climática, y además argumentó que la sequía provoca una degradación de los recursos naturales y la pérdida de productividad del suelo.
IICA articulará experiencias de los países
Por su parte, el coordinador general de Gestión de IICA, Néstor Eulacio, resaltó que el instituto se hará cargo de la gestión general del proyecto para los cuatro países en los que se desarrollarán acciones, y que también asistirá de manera técnica y articulada a los sectores públicos y privados involucrados.
Asimismo, promoverá el intercambio de las experiencias en los cuatro países para generar insumos técnicos, informativos y de buenas prácticas, con la finalidad de replicar acciones similares en otros lugares con riesgo de desertificación. Este proyecto tiene como principal componente de su metodología la participación de las comunidades en el territorio junto a las autoridades locales.
Eulacio aseguró que realizar estas intervenciones en cuatro territorios seleccionados por sus características similares permitirá contar, en 20 meses, con información suficiente para enriquecer a toda la región, y se espera tener un impacto central en el cuidado de un recurso vital como lo es el agua.