Taller de alfabetización laboral ratifica trabajo y educación como bases del desarrollo
Los estudiantes de UTU disponen de un taller de alfabetización laboral, que los prepara para la salida al mercado de trabajo, según indicó el titular de la ANEP, Wilson Netto, quien explicó que esta herramienta reconstruye la historia laboral del país que tuvo “interrupciones profundas” entre 2000 y 2002. El jerarca resaltó la idea de que el empleo y la educación son la plataforma necesaria para desarrollar Uruguay.
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), a través del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), organizó la jornada denominada “Caja de Herramientas de Alfabetización Laboral", que apunta a mejorar sustantivamente las condiciones de inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo y el conocimiento de sus derechos.
El acto, realizado este martes en la sala de conferencias del Instituto de Perfeccionamiento y Estudios Superiores (IPES), fue presidido por el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Wilson Netto, acompañado por la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y su par de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.
La iniciativa se originó de un proyecto que se desarrolla hace varios años en la órbita de Formación Profesional Básica (FPB).
Funcionaba en la modalidad de taller de treinta horas por semestre, bajo el nombre de "Alfabetización Laboral". “En los años 2000, 2001 y 2002, el país estaba muy desmembrado en cuanto al trabajo como una figura válida en la sociedad, por eso se generó este espacio”, repasó Netto.
De esa forma, según agregó, un grupo importante de profesionales elaboraron innumerables materiales. En la jornada se presentó una nueva edición de estas herramientas con los últimos avances.
La iniciativa estará disponible para los estudiantes de UTU; Netto señaló que la idea es expandirlo a la población en su conjunto, con un abordaje más transversal, en el marco de la estrategia de “cultura del trabajo para el desarrollo”.
Netto explicó que con estas herramientas se aborda, no solo las distintas formas de organización, de la sociedad respecto al trabajo, sino también los derechos laborales. Incluye además una ubicación en el contexto en el que se encuentran los estudiantes, y profundiza en historia y en geopolítica para facilitar la comprensión del trabajo en diferentes lugares.
Según el funcionario, esta alfabetización laboral alimenta la idea, en la que se trabaja desde hace años, de que el empleo y la educación son la gran plataforma para el desarrollo real del país.
La ministra Muñoz, a su turno, destacó la importancia de esta “Caja de Herramientas” construida por los propios educadores y destacó que les permite trabajar de manera más integrada con los estudiantes.
La ministra dijo que esta es la forma de tener todos derechos y deberes y de transformar el país, mejorar su producción, lo cual cotidianamente se hace para crecer como ciudadanos.
“El trabajo realizado por la UTU es fundamental y la tarea de los alfabetizadores a lo largo y a lo ancho del país es encomiable”, puntualizó. También destacó el apoyo del Ministerio de Trabajo, del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y de República AFAP.
Egreso educativo y acceso al trabajo
Netto aseguró que son muchos los jóvenes que trabajan y estudian, otros tanto buscan trabajo y algunos solo estudian en la actualidad.
"El nivel de egresos del segundo ciclo de enseñanza creció sustantivamente", apuntó. Sostuvo que la tendencia es creciente en el nivel medio superior, del que egresan el técnico medio y el auxiliar técnico con posibilidades de desarrollarse en ámbitos de trabajo y de continuar estudios terciarios (la mayoría lo hacen).
En educación media básica, media superior y terciaria, la cantidad de alumnos que concurren a UTU creció en el orden de los 40.000 en diez años. “Han aumentado en los cursos de mayor porte y calificación de la institución”, detalló.
“En el primer mundo no hay menos de un 40 o 45 % de jóvenes que estén dentro de la modalidad tecnológica”, señaló Netto a modo de comparación. “Uruguay dio un salto enorme”, consideró.
“En la región (del sur de América) crecieron las universidades tecnológicas, como ocurre en Argentina, Brasil y Paraguay, pero Uruguay fue el que tuvo el impulso de convocar a más jóvenes”, precisó. “Uno de cada tres participan de esta modalidad, mientras que antes era uno de cada siete, por lo cual es un cambio sustantivo para la forma de organización de la educación media”, agregó.