Todos los reclusos autorizados a trabajar extramuros cumplieron tareas sin intento de fuga
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, destacó la participación de 70 personas privadas de libertad trabajaron en la vendimia de un establecimiento en Canelones. Concluyó en que la experiencia fue auspiciosa y que demuestra, junto con otras, que la polémica por la habilitación a trabajar extramuros por parte de los jefes de establecimiento se terminó, porque no se registraron fugas luego de un año de esta modalidad.

En este caso, el Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados, el Establecimiento Juanicó y las bodegas Castillo Viejo acordaron que los setenta privados de libertad trabajen en la zafra de la uva por el sueldo laudado en la respectiva rama de actividad.
Para esta experiencia en particular, participaron de la zafra mujeres y hombres privados de libertad de distintos centros de rehabilitación de la zona metropolitana: Santiago Vázquez, COMCAR, Centro Nacional de Rehabilitación Femenino, Canelones, Juan Soler y de El Molino. Por otra parte, trabajan en tareas de mantenimiento de viñas durante todo el año doce privados de libertad.
Bonomi destacó específicamente que las experiencias de rehabilitación mediante el trabajo de reclusos en emprendimientos empresariales terminaron con la polémica suscitada por la ley que permitía que una comisión interdisciplinaria autorice la participación de privados de libertad en experiencias laborales fuera de muros penitenciarios, porque ninguno se fugó.
“Sí, hubo fugas por salidas transitorias, pero no por los casos determinados por los jefes de establecimiento”, aclaró el ministro. “Salen para tareas de construcción, limpieza, pasantías en el Estado; esto comenzó con veinte privados de libertad para limpiezas en predios con peligro de incendio”, recordó.
Sobre este último caso, rememoró que los habitantes de Pueblo Edén, Tacuarembó, organizaron una manifestación contra las autoridades para mostrar su descontento por la presencia de los presos en la ciudad. Al finalizar la experiencia, volvieron a organizarse, pero esta vez para informar sobre las posibilidades laborales para que más reclusos se rehabiliten en su pueblo mediante el trabajo.
“Yo creo que este es el camino para encontrar la rehabilitación: que quienes estén privados de libertad trabajen y estudien. Que trabajen dentro de los establecimientos y quienes se ganen el derecho a salir a trabajar, salgan a trabajar aún siendo privados de libertad, para comenzar el proceso de rehabilitación”, manifestó.
La normativa mencionada por el ministro del Interior es el artículo 120 de la Rendición de Cuentas y Balance Presupuestal del año 2012. Ese artículo faculta al Instituto Nacional de Rehabilitación a desarrollar programas de rehabilitación e inclusión social en actividades de trabajo dentro y fuera de los establecimientos de reclusión.
El texto señala que la participación en programas de rehabilitación será determinada por una comisión interdisciplinaria que, una vez adoptada la decisión, la comunicará a la sede judicial correspondiente.