Tres historias, un pensamiento común: un antes y un después de Uruguay Crece Contigo
Delfina, Yandira, Brenda Valentina y Nicolás son niños beneficiarios del programa Uruguay Crece Contigo que hace foco en hogares en situación de vulnerabilidad social, con embarazadas y niños menores de un año. Sus madres: Nancy, Ana Karen y Valeria aseguran que sentirse acompañadas mejoró sensiblemente el crecimiento de sus hijos y su aprendizaje como mamás. Las jóvenes relatan su experiencia. Hablan de vida y futuro.

El programa Uruguay Crece Contigo (UCC)
trabaja actualmente en 2200 hogares, conformados por 3300 personas, de las
cuales casi 1000 son embarazadas y el resto niños menores de cuatro años. Si
bien en esta primera etapa comprende 10 departamentos considerados
prioritarios, a partir de la segunda quincena de mayo la tarea abarcará a todo
el país. La meta es llegar a 10 mil personas a fines de 2013.
Algunas de las familias
beneficiarias de la primera fase dialogaron con la Secretaría de Comunicación
sobre sus experiencias con este programa, el apoyo de los equipos de cercanía y
su incidencia en el crecimiento de sus hijos.
“Le salvaron la vida”
Nancy es mamá de Delfina y
Yandira, mellizas de 11 meses, quienes tienen seis hermanos más. Una de las
bebés debe ser operada de una cardiopatía congénita que afecta su crecimiento y
desarrollo, debido a que incide directamente en su alimentación. Su madre está
agradecida con los profesionales del programa, ya que gracias al asesoramiento
y la preocupación de estas personas finalmente le diagnosticaron esta
patología a su hija. Nancy asegura que estas personas “le salvaron la vida”.
“Me ayudaron a buscar los
medios para movilizarme para hacer los trámites para que la operen”, relató.
“Me ayudan siempre, van conmigo a los controles, nos visitan en casa,
supervisan que crezca bien y gracias a eso ella por ahora está controlada”,
añadió. Los operadores de cercanía la visitan tres veces al mes y se comunican
con la madre por teléfono en forma constante. Como las niñas tienen seis
hermanos más, la gente del programa ayuda a la familia para que ellos tampoco
queden atrás en su desarrollo.
“Este embarazo fue muy
diferente al anterior”
Ana Karen es una adolescente
de 17 años, embarazada de 40 semanas. Vive en el Prado con su compañero Fabián
y su otro hijo de un año y tres meses, Joaquín. Brenda Valentina está
próxima a nacer y Uruguay Crece Contigo acompaña a su mamá desde los últimos
meses de la gestación.
“El programa me ayudó a
independizarme y me seguirán ayudando cuando nazca el bebé. Supervisan si me
controlo, si estoy acompañada, si aumento bien de peso y cómo me alimento”, dijo. Ana Karen dijo que notó mucha diferencia “entre este embarazo
y el anterior, me siento más acompañada”.
“Trabajo cada día por ser un
poquito mejor madre”
Valeria es mamá de Nicolás, un
niño de un año, con quien vive en el barrio Lavalleja. Su familia trabaja en clasificación de residuos y ella tiene un puesto en la feria barrial. Como madre
primeriza relató su experiencia con el programa.
Explicó que esta iniciativa le
permitió conocer cosas que desconocía sobre la maternidad. “Como madre
primeriza para mi todo es nuevo. Algunas cosas se me hacían difíciles. Me
enseñaron a saber cuándo 'Nico' tiene un dolor y conocer sus modalidades de
llanto. Además si no conseguía fecha para los controles, ellos me facilitaban
el trámite”, añadió.
El niño va al jardín de
infantes, el equipo de cercanía lo visita todas las semanas y se encarga de
supervisar su nutrición. Asimismo lo visitan en el hogar. “Vienen una vez
por mes a ver cómo está, le toman oxígeno en sangre, lo pesan, evalúan
cómo camina y su evolución, están una hora, una hora y media en casa”, explicó.
Valeria se considera una madre
responsable, y asegura que trabaja cada día por ser un poquito mejor, “y para
eso tener personas que nos acompañen está buenísimo”, concluyó.