Tras trabada negociación

Uruguay y Argentina acordaron bajar cupo de captura de merluza para proteger la especie

Luego de años de discusión, ambos países decidieron bajar de 90 mil a 50 mil toneladas anuales el cupo de captura total permitida de merluza en la zona común de pesca para contribuir a la recuperación de la producción de la especie, informó el director nacional de Recursos Acuáticos, Daniel Gilardoni, a la Secretaría de Comunicación el 3 de agosto. En paralelo se definió una veda precautoria para un área específica, indicó.

Personas trabajando en barco pesquero
Gilardoni explicó que Uruguay tiene una zona de pesca compartida con Argentina, que se gestiona a través de dos comisiones: la Comisión Administradora del Río de la Plata y la Comisión Técnico Mixta del Frente Marítimo, de la cual él es delegado.

En este ámbito, y tras una trabada negociación que llevó años, se alcanzó un acuerdo para bajar el cupo de captura total permitida de merluza (merluccius hubbsi) definido desde el año 2000, además de establecer varias condiciones que contribuyen a la recuperación de la producción de esta especie en toda su área de distribución, incluso se crea un grupo de trabajo para elaborar un plan de manejo del recurso.

Este acuerdo permite pensar en medidas que mejoren la situación de la especie sin perjudicar las actividades de pesca de los dos países. El anterior definía 90 mil toneladas anuales, más 10 mil que se reservaba la comisión. En este caso, se fijaron 50 mil toneladas más 10 mil para la comisión, que ésta puede usar a pedido fundado de una de las partes para mitigar posibles consecuencias socioeconómicas de las medidas dispuestas.  

Gilardoni aclaró que otros recursos que administran ambas comisiones están muy saludables como es el caso de la corvina. El tema de la merluza se debe a que es un recurso de muy amplia distribución en el Atlántico sur occidental, donde se pesca mayoritariamente en aguas de la zona económica exclusiva de Argentina pero también en zona de Las Malvinas, fuera de la milla 200, por flota de otros países y en Brasil. Es probable que en la zona común de pesca no se capture más del 10% de toda esa población de merluza, por lo tanto para Uruguay las causas del problema están principalmente afuera de la zona común de pesca, pero se reflejan dentro, aclaró.

Consultado por el efecto de estas medidas sobre el sector pesquero, Gilardoni dijo que aguarda que repercuta en forma positiva en los próximos años y no tenga consecuencias negativas en lo inmediato. Si se confirman algunos signos y la continuidad de medidas que ya se aplican en otro lado, confía que el recurso muestre signos de recuperación. Esto puede alentar que los cupos sean mayores en el futuro, explicó. El jerarca entiende que la mano de obra uruguaya no se verá afectada, teniendo en cuenta que estos cupos son para 2011 y 2012. “Probablemente repercuta en forma positiva dándole sostenibilidad a la explotación del recurso, en la medida que todos los países se pongan de acuerdo en cómo manejarlo”, añadió.

Al mismo tiempo, se estableció una veda precautoria de invierno para la merluza, que rige entre el 1º de agosto y el 30 de setiembre, específica para un área menor de la zona común de pesca donde se ubica la mayor concentración de juveniles. Gilardoni informó que cada tres meses se realizan viajes de monitoreo para revisar las áreas de veda y si es necesario modificarlas. Asimismo, es obligatorio el uso del posicionamiento satelital para monitorear el movimiento de los buques en estas zonas.

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