Uruguay Crece Contigo llegará a 10.000 personas a fines de 2013 con trabajo de cercanía
“Cuando uno trabaja introduciéndose en el hogar y con una mirada de cercanía, de horizontalidad, ya se percibe el cambio de actitud”, dijo la coordinadora de Uruguay Crece Contigo, Cristina Lustemberg, fundamentando el valor de la proximidad. Valentina Guillermo, operadora de cercanía, entiende vital esa tarea, pensando en las familias que necesitan “un empujoncito” para lograr un mejor crecimiento y desarrollo de sus hijos.

En diálogo con la Secretaría de Comunicación, la coordinadora del programa Uruguay Crece Contigo, Cristina Lustemberg, recordó que actualmente están trabajando en 2.200 hogares conformados por 3.300 personas, casi mil embarazadas y el resto, niños y niñas menores de cuatro años, pertenecientes a los 10 departamentos considerados prioritarios. A partir de la segunda quincena de mayo se comenzará a trabajar en el resto de los departamentos del país. El programa aspira a llegar a 10.000 personas, entre embarazadas y niños pequeños, al terminar este primer año de ejecución.
La iniciativa cuenta con varias modalidades de intervención según el tiempo y la atención que necesite cada hogar. Para las familias que requieren más acompañamiento se trabaja un promedio de nueve meses a un año y medio. Otras, que tienen determinada vulnerabilidad, pero tienen muchas fortalezas, el tiempo estimado de trabajo en el hogar es de cuatro a seis meses como forma de fortalecerlos en sus propias capacidades. “Esas familias pueden ser validadas en sus derechos y no requieren un acompañamiento tan cercano”, explicó Lustemberg, quien informó que algunas familias ya están egresando de la modalidad de intervención.
“Cuando uno trabaja introduciéndose en el hogar y con una mirada de cercanía, de horizontalidad, ya se percibe el cambio de actitud”, explicó la titular del programa, aludiendo a la dedicación y atención que las madres ponen en el período de gestación. “La mayoría de estas familias, por más que hablamos de hogares en extrema pobreza, con muchas vulnerabilidades, cuando uno las acompaña, cuando uno las apoya, responden”, aseguró.
La jerarca puso como ejemplo de esa buena recepción que, de los 2.200 hogares en los que se interviene, solo hubo 13 rechazos. “Eso habla de una modalidad de trabajo al lado de la gente, apoyándonos en sus fortalezas y cuando tienen debilidades, tratando de revertirlas”, concluyó.
Valentina Guillermo es operadora de cercanía del programa, es decir que realiza el componente de acompañamiento familiar. Con 27 años, es licenciada en Nutrición, profesión directamente vinculada a su rol en UCC.
“Nosotros desarrollamos muchísimas tareas, desde trabajar en los controles de salud, desarrollo infantil y psicomotricidad, hasta acompañar a las familias, en caso de que lo requieran, al momento de concurrir al control pediátrico. Salud, desarrollo y crecimiento de los niños”, relató.
Valentina trabaja en dupla con otra compañera de profesión sicóloga, y juntas atienden la situación de 80 familias, todas de la zona de Paso de la Arena, que incluye Los Bulevares, Maracaná, Las Torres, Las Flores y Santiago Vázquez, entre otros barrios.
La profesional relató a la Secretaría de Comunicación las acciones que el equipo de cercanía lleva adelante y por su experiencia de proximidad aseguró que es fundamental esta iniciativa, sobre todo en aquellas familias que “necesitan un empujoncito” para brindar el mejor desarrollo y crecimiento a sus niños, y también en el caso de las embarazadas.
“Hoy trabajamos con 80 familias y no tuvimos ningún tipo de rechazo. Ellas acceden a trabajar con nosotros y una vez que ven los resultados, el acompañamiento y el apoyo que se les ofrece, se brindan totalmente”, añadió.