Experta en protección social del BM

“Uruguay es de los países más avanzados en sistemas de protección social de la región”

Verónica Silva, representante del Banco Mundial, felicitó al Gobierno por las políticas aplicadas en primera infancia, incluida la implementación del programa Uruguay Crece Contigo. Celebró la articulación de esfuerzos interinstitucionales, que entiende coincide con el accionar de países más desarrollados. Dijo que la nuestra es de las naciones más avanzadas en protección social de la región, y reiteró el apoyo del Banco.

Verónica Silva, especialista senior en Protección Social del Banco Mundial

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, Verónica Silva, especialista senior en Protección Social del Banco Mundial, dialogó sobre el abordaje de la primera infancia en el país y la experiencia del programa Uruguay Crece Contigo (UCC). Silva, de origen chileno, acredita una vasta formación y trayectoria en materia de protección social. Su experiencia incluye la participación en el diseño, coordinación, implementación y evaluación del programa Chile Crece Contigo.

Según indicó, el Banco Mundial viene acompañando a los gobiernos de la región en el análisis de sus programas vinculados a primera infancia, en procura de mejorar tanto sus políticas universales como focalizadas, para transformarlas en sistemas más armónicos e integrales a favor de los niños, dada la evidencia científica que ratifica la importancia de esta etapa de la vida.
 
En el caso de Uruguay, el organismo internacional trabaja en distintos proyectos, particularmente en el área de educación. En ese contexto surgió la posibilidad de que acompañe el proceso de Uruguay Crece Contigo como parte de una política necesaria en el país para el desarrollo de la primera infancia. La especialista dijo que nuestro país está convencido de la importancia de su política. Destacó que, en definitiva, el Banco acompaña el proceso y colabora mediante la comparación con experiencias internacionales. “Nos sentimos socios en esta aventura”, dijo.

Experiencia de Uruguay
Silva aseguró que, comparado con el resto de América Latina, Uruguay es uno de los países más avanzados en sistemas de protección social y en cómo el Estado apoya los procesos de las personas.

Sostuvo que las decisiones que tomó el Gobierno respecto a implementar este programa, concentrarse inicialmente en las familias de mayor vulnerabilidad y tratar de intervenir y apoyar a las instituciones que regularmente trabajan con primera infancia, como los Ministerios de Desarrollo Social, Educación y Salud, articulando esfuerzos, “va en el sentido correcto de lo que hacen países con mayores niveles de desarrollo y de políticas que permiten avanzar de forma segura hacia resultados en el corto y mediano plazo”. Según apreció, los niños atendidos de esta forma, rápidamente mejoran su inclusión en el sistema educativo y obtienen resultados buenos. Los cambios en las capacidades y habilidades de los niños se ven muy pronto. “Si tú empiezas a atender a un niño antes de nacer, y eso lo haces de forma sistemática y sostenida en el tiempo, y hay una coordinación interinstitucional que apoye a ese niño, cuando tenga cinco años será un niño que tiene desplegadas al máximo sus capacidades y en mejores condiciones de participar en sociedad”, expresó.

Silva aseguró que cualquier inversión que se haga en pautas y estilos de crianza, en cómo los padres apoyan el proceso de los niños, genera un cierto “contagio social”. Aludió a la necesidad de transformar los programas en políticas de Estado con cierta continuidad. “Todo lo que se pueda avanzar para consolidar y continuar con el apoyo es básico, y eso Uruguay lo está haciendo muy bien”, valoró.

Trabajo focalizado pero también universal
La especialista reconoció que en materia de desarrollo infantil las diferencias son enormes en términos de situación de pobreza, pero también visualizó rezagos en el desarrollo que afectan a diferentes estratos sociales. Dijo que hay antecedentes que indican que niños de hogares más pudientes tienen cierto rezago, porque no existe la información disponible suficiente o porque los padres no cuentan con la destreza para abordarla. “Hay que trabajar focalizadamente, pero sin descuidar la crianza de todos los niños y la entrega de información adecuada a todos los padres, más allá de su condición socioeconómica. Los niños de hogares más vulnerables necesitan un apoyo más completo, pero todos los padres deben ser apoyados en su función parental”, dijo.

“Si tú no logras que las condiciones de vida del niño y de su familia sean buenas, que el barrio donde vive sea amigable a su desarrollo, que la plaza pública tenga implementos para que juegue en forma segura, y si no intervienes en el trato de los adultos con los niños, todo en conjunto, no se logran resultados. Estamos hablando de desarrollar las capacidades de los niños en materia cognitiva, emocional y en la dimensión social”, indicó.

Ventana de oportunidad
Aludió a la necesidad de un cambio de cultura institucional, de cooperación mutua. “Cuando tienes información científica —como la que se maneja en la actualidad— no puedes no actuar integralmente. El mejor resultado se consigue cuando todos esos factores se ponen en un circuito común, pero las políticas públicas no están preparadas para eso, son sectoriales. Una política de desarrollo infantil requiere articulación”.

"El concepto de ventana de oportunidades en el desarrollo infantil es crucial. Si me demoro en hacer lo que tengo que hacer, la ventana de oportunidad se cerró para siempre. No hay tiempo y habrá generaciones de niños que perdieron su oportunidad”, insistió.

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