Uruguay es reconocido por las políticas que promueven la formalidad laboral
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, participó de la reunión de la OIT en Lima denominada “La formalización de la informalidad: el gran reto de América Latina y el Caribe”. Afirmó que Uruguay es reconocido regionalmente como un modelo de políticas tendientes a mejorar la formalidad laboral y anunció que junto a la OIT se promoverá asistencia técnica a otros países en un modelo de Cooperación Sur-Sur.

El ministro Eduardo Brenta informó que durante la reunión que se llevó a cabo el 27 de agosto en Lima, Perú, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó el programa FORLAC (Formalización en Latinoamérica y el Caribe), que apunta a lo que la OIT definió como prioridad para la región en 2013, que es disminuir la informalidad laboral.
Brenta explicó que esta prioridad se basa en que, en los últimos años, los países de América Latina manifestaron un crecimiento económico importante, pero que no en todos los países ese crecimiento se acompañó de mejoras en las condiciones de vida de la población, como el empleo. Recordó que en Latinoamérica y el Caribe hay 127 millones de trabajadores en situación informal, lo que no refleja los avances que podrían haberse realizado en función del crecimiento de la actividad económica.
La tasa de informalidad en Uruguay se ubica en el 25% mientras que en la región las cifras llegan a un 47 %. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) destacó algunos sectores en los que Uruguay es un ejemplo, como las trabajadoras domésticas donde los indicadores de informalidad en la región son del 78 % y en nuestro país alcanzan el 50 %, lo que el ministro atribuyó a campañas de sensibilización y fiscalización.
"Si el crecimiento no se acompaña de políticas de empleo, no es genuino"
Brenta afirmó que el crecimiento económico no es suficiente para hacer frente a la informalidad. “No alcanza que las economías crezcan si no hay políticas públicas que trabajen en la línea de formalizar el empleo que, en definitiva, es construir un empleo de calidad”, enfatizó y aseguró que "informalidad y pobreza son sinónimos". En Uruguay los trabajadores pobres, en gran porcentaje se desempeñan de manera informal, lo cual, consideró, incrementa la desigualdad al interior de la sociedad.
Desde 2005 a la fecha Uruguay adoptó medidas en combate a la informalidad entre las que el ministro enumeró: la reinstalación de los Consejos de Salarios, el Diálogo Nacional por la Seguridad Social, la regulación, por primera vez, del trabajo rural y doméstico, el Diálogo Nacional por el Empleo y el fortalecimiento de la Inspección General del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) con mayor cantidad de inspectores, regímenes de exclusividad, mejoras en la infraestructura y en el desarrollo tecnológico.
En ese período se crearon unos 300.000 puestos de trabajo nuevos. Sin embargo hay más de 600.000 nuevos cotizantes a la seguridad social registrados en el Banco de Previsión Social (BPS). Brenta consideró que esos datos implican que no solo se crearon puestos de empleo formales, sino que además se formalizaron puestos que estaban en situación de informalidad. Los puestos de trabajo informal son más comunes entre jóvenes, mujeres y trabajadores migrantes, quienes ingresan al mercado laboral mayoritariamente a través de trabajos precarios.
Uruguay como modelo
El MTSS acordó con la OIT y con los representantes de CEPAL organizar una actividad en Montevideo, para presentar a empresarios y trabajadores uruguayos el programa FORLAC, a través del cual se generará conocimiento sobre las dimensiones de la informalidad, se brindará asistencia técnica y capacitará a funcionarios del Estado y de las organizaciones de empleadores y trabajadores.
También se promoverá el intercambio de experiencias exitosas y sensibilizará a los actores de la economía y la sociedad. “Un país que apunte al crecimiento económico, necesariamente debe hacerlo sobre la base de incorporar conocimiento, innovación, capacitación profesional de sus trabajadores y esto no funciona cuando se tiene una parte importante de los trabajadores en la informalidad”, sostuvo Brenta.
Se espera que en términos de Cooperación Sur-Sur, Uruguay pueda ser utilizado como un ejemplo en materia de avance en políticas de formalización y generación de empleo de calidad para América Latina.
Más empleo de calidad
Brenta señaló que las medidas que se desarrollan para mejorar la calidad del empleo en Uruguay implican políticas de fiscalización, sobre todo en sectores donde los niveles de informalidad han sido altos históricamente. En segundo lugar, valoró las medidas legislativas como lo son el proyecto de ley de jubilación parcial y el empleo juvenil que apuntan a generar puestos de calidad.
En tercer término, fortalecer la coordinación interinstitucional que se realiza a través del ámbito de la formalización del trabajo que se instaló en 2010, coordinando acciones con la DGI, el BPS, las inspecciones y otros organismos fiscalizadores; y en cuarto lugar, las campañas de sensibilización en materia de trabajo doméstico, rural y juvenil.
En la oportunidad, el ministro anunció que en los próximos días se concretará la compra de aulas móviles para mejorar la oferta educativa en el interior del país por parte del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP).