Uruguay reafirmó compromiso a nivel mundial con política antitabaco
Es necesario blindar los avances alcanzados por Uruguay, impedir la interferencia de la industria, prohibir nuevos productos que generan adicción y aplicar un enfoque de derechos para proteger a niños y adolescentes, dijo la ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, durante la conferencia sobre tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizada en Ginebra, Suiza.

Los 183 Estados Parte de la OMS abrieron la 11.a Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (COP11) con un objetivo común: proteger a las nuevas generaciones frente a productos de nicotina que la industria promueve bajo supuestas estrategias de reducción de daño. El debate internacional se centra durante toda la semana en cómo evitar que niños y adolescentes queden expuestos a nuevas formas de adicción.
Lustemberg participó en Ginebra de las sesiones plenarias y mesas de alto nivel en representación de Uruguay. En sus intervenciones afirmó que el país retoma la senda de vanguardia internacional en materia de control del tabaco, y destacó que el cuidado de la salud debe primar por encima de intereses económicos que afectan a la población. “Nuestro deber es no retroceder un centímetro y continuar en la senda del cuidado”, expresó.
En el plenario general, aseguró que el tabaquismo continúa siendo una de las principales causas prevenibles de enfermedad y muerte en el mundo, y que el Convenio Marco de la OMS demostró ser una herramienta eficaz para reducir la carga sanitaria en numerosos países.
El marketing y el consumo en adolescentes
La jerarca recordó que los nuevos productos de nicotina mantienen los mismos riesgos que motivaron la aprobación del tratado hace 20 años, y advirtió sobre su impacto en adolescentes, en especial, mediante estrategias de marketing digital que buscan normalizar el consumo.
En la mesa ministerial, dedicada al desafío de la nicotina en adolescentes, la ministra expuso la experiencia uruguaya en la aplicación del principio precautorio y en la adopción de medidas integrales para evitar nueva ola de adicción juvenil. Recordó que el país restableció este año la prohibición plena de todos los tipos de dispositivos electrónicos de fumar, lo que permitió mantener estable su uso en adolescentes, a diferencia de la tendencia regional y global.
Lustemberg destacó la importancia de blindar los avances alcanzados, impedir la interferencia de la industria, prohibir los nuevos productos que impulsan la adicción y aplicar un enfoque de derechos, especialmente para proteger a niños y adolescentes.
Responsabilidad de la industria y cuidado del ambiente
En el Diálogo Estratégico sobre Salud Planetaria, la jerarca presentó la dimensión ambiental del tabaco y los desafíos que implica su cadena de producción, desde la deforestación hasta la contaminación por residuos y microplásticos.
Señaló que la industria debe asumir responsabilidad por estos impactos y alertó sobre prácticas de “ecolavado”, así como el intento de posicionar a los productos electrónicos como alternativas limpias, cuando en realidad generan nuevos desechos y riesgos.
“El tabaco enferma a las personas, pero también enferma al planeta. No podemos permitir que nuevas formas de consumo abran otra puerta a la adicción y a la contaminación”, afirmó.
Las discusiones de la COP11 incluirán posibles lineamientos regulatorios sobre residuos, filtros y componentes plásticos de los productos de tabaco, así como medidas para frenar la expansión de los dispositivos electrónicos.
La ministra sostuvo que la protección de la salud y del ambiente requiere coherencia entre agendas globales. En este sentido, reafirmó el compromiso de Uruguay con acciones basadas en evidencia, con perspectiva de derechos y orientadas a prevenir la adicción de las futuras generaciones.
