Uruguay tiene las mejores tasas de donación y trasplante de riñón de América Latina
Datos oficiales indican que muchos uruguayos padecen una patología renal. El control y avance de la enfermedad depende del diagnóstico y tratamiento. Prevención y detección temprana son prioridades en la política sanitaria del Gobierno para disminuir las listas de espera. Uruguay tiene los mejores índices de donación de órganos 20.3 pmp (por millón de población) y de transplante de riñón 38 pmp, reveló el ministro Venegas.
El ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, presidió el acto conmemorativo en la Torre Ejecutiva, acompañado por la directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, Inés Álvarez; el presidente de la Asociación de Trasplantados del Uruguay —pacientes en diálisis y lista de espera—, Miguel Sluckis; el presidente de la Sociedad Uruguaya de Nefrología, Oscar Novoa y Claudia Hornos, trasplantada hace tres años, madre de un bebé.
“Trasplantamos más pero prevenimos más”
Venegas dijo que hay que hablar todos los días de este tema y de las políticas integrales en salud renal. También recordó que la insuficiencia renal extrema es una enfermedad crónica no transmisible. También sostuvo que es necesario establecer una política de tratamiento crónico.
Según detalló, Uruguay es bien considerado en la región. Tiene una tasa de 20.3 pmp (por millón de población) en donación de órganos, la mejor de América Latina y 38 pmp en trasplantes de riñón, también el mejor indicador de la región. En transplante de riñón de donantes fallecidos Uruguay se encuentra entre los primeros del mundo.
El ministro recordó que existe media sanción parlamentaria del proyecto de ley sobre trasplante de órganos, dijo que confía se logre “la otra mitad” y aseguró que debe verse como un tema prioritario. “Ojalá la legislación permita tener más trasplantes porque haya más donantes”, añadió.
Por último, consideró que trabajar para reducir la lista de espera es uno de los objetivos y una de las formas de concretarlo es apelando a la promoción y prevención, ya que la hipertensión arterial y la obesidad, por ejemplo son patologías que pueden derivar en afecciones renales. También llamó a conservar y profundizar el modelo existente.
“Seamos donantes y honremos la vida”
Inés Álvarez definió este día como “del riñón y de la vida”, ya que es una jornada en la que se promueve la donación. Aseguró que la población de Uruguay siempre se preocupó por este tema lo que se refleja en las mejores tasas de donación y trasplante de la región. De todas formas aclaró que por “factores biológicos” no alcanza.
En su exposición, detalló que el tratamiento de la insuficiencia renal extrema se realiza por diálisis y trasplante. Cuando el trasplante es posible es la modalidad que ofrece mejor calidad de vida. El trasplante, junto con las medidas realizadas en el Programa de Salud Renal, tuvieron en los últimos cinco años una tendencia a disminuir la relación entre los paciente "dializados" y los trasplantados con riñón funcional·
Miguel Sluckis recordó los objetivos de la institución que representa, que tiene por prioridad la difusión de información sobre la donación, apoyar a pacientes trasplantados y en lista de espera y sensibilizar a la población sobre la cultura de donar. Agradeció a cada uno de los que participa en las distintas etapas del proceso, desde la donación hasta la concreción del trasplante y a los donantes y sus familias por regalarle a otra calidad de vida y una nueva oportunidad.
Recordó que todos podemos ser donantes pero también receptores, y aseguró que la donación”roza el milagro” y es “un gesto altruista y solidario”.
Oscar Novoa habló del binomio “dar-recibir”, donde es importante que el país tenga un marco que lo contenga, y Uruguay lo tiene. Aseguró que la enfermedad renal detectada a tiempo puede detenerse, por lo que la prevención es vital en el progreso de la patología.
A la izquierda de la mesa se sentó Claudia y su pequeño bebé, Lautaro. Ella es una joven trasplantada hace ya tres años, una de las 40 mujeres trasplantadas de riñón que luego cumplieron su ansiado objetivo de ser madres y poder vivir para disfrutarlo. Ella prefirió no hablar, pero su presencia fue el mejor testimonio.