Método anticonceptivo efectivo

Uso de implante subdérmico en adolescentes redujo casos de segundo embarazo no intencional

El implante subdérmico es un método anticonceptivo de alta efectividad y larga duración, elegido por adolescentes por ser discreto y no depender de voluntades. El Gobierno promueve su utilización en esa franja etaria para prevenir el embarazo no intencional y la reiteración. El 25 % de las jóvenes madres se van de alta con el método colocado tras su primer parto, el total lo recomienda y la mayoría no cursó otra gestación.

Profesora adjunta de la Clínica Ginecotocológica de la Facultad de MedicinaVerónica Fiol

En los últimos tres años se han colocado en Uruguay más de 30.000 implantes subdérmicos a mujeres de todas las edades. En la franja de adolescentes, tiene una alta aceptación y es considerado de gran efectividad, señaló Verónica Fiol, profesora adjunta de la Clínica Ginecotocológica de la Facultad de Medicina, ubicada en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional.

En la policlínica de salud sexual y reproductiva del hospital Pereira Rossell y en las policlínicas desplegadas en todo el país se informa a las jóvenes sobre los métodos disponibles, en procura de reducir el embarazo adolescente no intencional y, sobre todo, una segunda gestación.

Según señaló la especialista, los iimplantes subdérmicos forman parte de esos métodos anticonceptivos de larga duración, no dependen de voluntades y son altamente efectivos, como lo es también la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU), incluso con una eficacia anticonceptiva similar a la de métodos irreversibles, como la ligadura tubárica en la mujer y la vasectomía en el hombre. En tanto, los métodos que más dependen de la voluntad de los involucrados, como el preservativo, las pastillas anticonceptivas y el coitus interruptus son los que presentan en la práctica menor eficacia.

El implante es de fácil colocación. Se trata de dos varillas que se introducen por debajo de la piel en la zona interna del brazo, mediante anestesia local, en el consultorio. No requiere controles y dura unos cinco años. Si bien llegaron al país hace unos tres años, tienen muchos de evolución en el mundo, explicó Fiol.

La especialista insistió en la alta eficacia del mecanismo. Recordó que, en el caso de las pastillas anticonceptivas, la efectividad puede verse afectada por errores en la toma, interferencias de medicamentos en su absorción o momentos fisiológicos (vómitos o diarrea) que reduzcan su resultado. Añadió que, si bien tiene efectos secundarios como todos los métodos, en este caso son menores y benignos, como una posible alteración del ciclo menstrual, leve aumento del acné y eventual variación en el peso corporal, lo cual debe ser informado a la usuaria.

Fiol explicó que para la adolescente “es un excelente método anticonceptivo y de alta aceptación”, porque, una vez colocado el implante, la prevención del embarazo no deseado está cubierta. De todas formas, es importante asesorarla en cuanto al uso del doble método anticonceptivo para evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, dado que el implante no es un método de barrera, como el preservativo masculino o femenino.

En lo que refiere a la anticoncepción posevento obstétrico, es decir antes del alta sanatorial luego del parto o cesárea, a más del 25 % de las adolescentes que fueron madres se les coloca el implante para evitar un segundo embarazo no intencional y, de ellas, el 100 % lo sigue utilizando un año después, no volvió a quedar embarazada y lo recomendaría a una amiga o hermana. “Es un método que cumple un rol muy importante en la anticoncepción”, aseguró Fiol.

Está previsto que, en el correr de lo que resta del año, ocho prestadores de salud privados incorporen la prestación a su canasta anticonceptiva.

 

 

 

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