Voluntarios estadounidenses trabajaron junto a vecinos en obras del Plan Juntos
Con la idea de venir a “ayudar a quienes ya se estaban ayudando mutuamente”, un grupo de 13 universitarios que realizan tareas de voluntariado en una organización internacional, compartieron varios días con participantes del Plan Juntos en el asentamiento “1.º de Mayo”. Los jóvenes dijeron optar por el plan por ser un proyecto sostenible que les permitía trabajar en conjunto con los beneficiarios y conocer sus historias.

Un grupo de 13 voluntarios de Estados Unidos, procedentes de la Universidad de Florida, viajó a Uruguay para participar de un proyecto solidario en el asentamiento “1.º de Mayo” donde el Plan Juntos interviene con su política de construcción de viviendas.
Los jóvenes —12 mujeres y un varón— oscilan entre los 18 y 23 años y pertenecen al Programa Hillel Internacional, de origen judío. La organización, que tiene una representación en nuestro país, funciona en Estados Unidos como una especie de fraternidad universitaria. Junto a estos muchachos trabajaron tres referentes coordinadores: Denise Mauer; Ilana Blumenfeld-Gantz y Shai Steinhaus.
La elección
La idea de escoger el Plan Juntos como proyecto de trabajo se debió a que consideraron esa iniciativa con proyección sostenible, en barrios de contexto crítico, que a su vez les permitiría conocer directamente a quiénes estaban ayudando, lo que consideraron fundamental, explicó Steinhaus, integrante de Hillel Uruguay, a la Secretaría de Comunicación.
Los voluntarios insistieron en el valor de trabajar cara a cara y mano a mano con los beneficiarios, en una tarea tan valiosa como lo es la construcción de una casa y lo que eso supone para una familia. “Para ellos era importante llevarse alguna historia”, argumentó el coordinador.
Como referente del grupo, el joven recordó que el Plan Juntos tiene otros elementos fundamentales que facilitaron esta elección, ya que se trata de una iniciativa del Gobierno, en la cual el propio Presidente de la República, José Mujica, destina parte importante de su salario para tal causa, factor que sorprendió a los visitantes norteamericanos.
Steinhaus narró los pasos que transitaron para llegar a que hoy desarrollen esta tarea en nuestro país. Recordó que durante meses se realizaron gestiones con Plan Juntos quienes dialogaron con los vecinos involucrados con el fin de conocer su parecer, ya que si ellos no aprobaban recibir la visita, esta no se concretaba. En paralelo, los jóvenes recibieron información sobre Uruguay y el Plan Juntos, bajo la modalidad de encuentros en la propia Universidad de Florida, con el propósito de conocer la tarea y el lugar donde la llevarían a la práctica.
La labor
Los visitantes desarrollaron esta experiencia de una semana en nuestro país, tres días (de lunes a miércoles) se destinaron al trabajo en el asentamiento ubicado en las inmediaciones de San Martín y Capitán Tula. Allí practicaron tareas de obra de todo tipo, sin antecedentes en estas labores, pese a que muchos habían trabajado en otro proyecto en Nicaragua.
Las tareas en el asentamiento “1.º de Mayo” comenzaban a las 9.30 y finalizaban a las 16:00 horas. Contaban con un capataz que organizaba las tareas diarias, que consistían en limpiar una determinada zona hasta levantar paredes, pintar o construir techos. Para realizarlas se dividían en grupos de trabajo, con un traductor por equipo para facilitar la comunicación.
La oportunidad fue propicia para que los voluntarios, casi todas mujeres, interactuaran con las familias y sobre todo con los niños con quienes compartieron un espacio especial de recreación mientras sus padres mantenían reuniones para organizar el trabajo colectivo.
Está previsto que estos muchachos realicen otras tareas de voluntariado. En los próximos días visitarán un merendero en Piedras Blancas donde colaborarán en la construcción del nuevo mobiliario (bancos y mesas).
“Una experiencia reveladora”
Sara Fruithandler es una estudiante norteamericana de la Universidad de Florida, integrante de este grupo de voluntarios y estudia Educación en la Salud.
En la nota, Sara permanentemente reiteraba lo “revelador” que había sido este viaje para ella, conocer otra realidad y trabajar con esta gente. Destacó la forma de trabajo que desarrolla el Plan Juntos en la que los vecinos se ayudan unos a otros.
“Quiero ser enfermera y colaborar en mi comunidad”, relató Sara, quien valoró, en forma particular, la amabilidad de los vecinos, con quienes entablaron un vínculo muy cálido que se ejemplificó en invitaciones con mate —costumbre desconocida para ellos— y galletitas o comida casera, en gesto de gratitud. “Estamos emocionados de estar acá y sentimos que los vecinos están contentos porque nosotros vinimos”, sostuvo.
La voluntaria definió a Uruguay como “un país bonito” que si bien no lo conocía demasiado, tuvo la suerte de descubrir “su parte linda y al mismo tiempo sus luchas y dificultades”. “Estamos acá para ayudar a ayudarse”, concluyó.