Discurso en 45.° aniversario de Aladi
Desgrabación
"Esto es una mezcla de visita protocolar, pero también es un compromiso y es parte de una vocación que todos sentimos con pasión en Uruguay. Esto es un tema también de definición.
Para quienes nos visitan o quienes no son uruguayos, les contamos, y ustedes saben que estamos cumpliendo los 200 años, ahora, en agosto, de nuestra independencia, pero cuando uno analiza lo que fue nuestra la declaración de independencia, encuentra una especie de contradicción, porque el segundo ítem establece la unión a las provincias y establece ahí nuestra declaración de independencia, nada menos.
Una vocación de integración con la región que venía de nuestra raíz libertadora, que venía de aquella vocación artiguista, que después dio origen a todas las luchas regionales internas, por ejemplo, en la Argentina, federales, unitarios, pero nacimos, por supuesto, a la independencia, pero nacimos en nuestra declaración y en nuestra lucha por la independencia con una definición clara que apuntaba a no desintegrarnos, a no desprendernos del todo.
Cuando nacemos como Estado, evidentemente, la deriva y la lógica nos llevó hacia otro lado, pero eso es un sello que nos acompaña desde siempre y que tiene larga historia, porque estamos hablando de los 45 años, pero yo, en aquellos años, que era estudiante de secundaria, no entendía bien aquello de la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración). Con el tiempo, reconozco que esto es una historia que viene de atrás y que, antes de esos 45, habían pasado otros 20, donde aquella definición del año 60 ya nos marcaba y fijaba una puntería que en los 80, por supuesto, terminó o se cierra con este nacimiento, esta institución, con sede, nada menos, que acá, y yo creo que también parte del empuje vocacional como país de integración.
Hasta en nuestra propia Constitución existe el mandato de integración, en el artículo sexto. Después hay otros jalones, otros hitos y pido, no sé, disculpas, pero esto es una autorreferencia, como uruguayo, que me parece que está bueno, que a veces los uruguayos no nos damos cuenta.
Y lo que significó la Ronda Uruguay y el impacto que tuvo y los protagonistas que lo que Uruguay sabe reconocer, a veces, capaz que la memoria nos falla un poco, pero poder contar con el aporte hasta hoy histórico de aquel canciller, don Enrique Iglesias, o el cierre que tú mismo, Sergio, después, cuando la OMC (Organización Mundial del Comercio) termina concretando, a partir de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) y ahí eras tú el protagonista.
Y hoy poder estar acá y decir: “Yo los conozco y he estado con ellos”. Y pertenecemos a partidos políticos distintos, pero hay un hilo que nos une y que nos define, yo me animo a decir, como nación. Que es un tema, un término bastante complejo, bastante más profundo. Y esa unión, o esa acumulación positiva a la que yo refiero una y otra vez, en distintas áreas, pero en esta es fundamental, nos posiciona como país, pero también como asociación, con mucha más fuerza en momentos tan complejos, donde creo que el viento está de frente para los temas de integración.
El desmantelamiento del multilateralismo nos genera un cúmulo de incertidumbres o de expectativas que no sabemos cómo llenar y creo que, repito, este hilo de acumulaciones, este hilo de aportes, de hitos, nos posiciona, capaz que ante una oportunidad, y en momentos donde es necesario mirarnos y ver cuánto del comercio de Uruguay con el exterior se concreta en países de la Aladi o en momentos donde, lo que tú decías, el beneficio en la sociedad, la inclusión social, en el continente más desigual.
Yo creo que, en esta crisis de incertidumbre, capaz que estamos ante las puertas de una oportunidad que no es disruptiva, es continuar y fortalecer lo que teníamos.
La Aladi, he entendido a lo largo del tiempo, termina siendo generador, disparador, de otros acuerdos, capaz que después tuvieron más luces o tuvieron más renombre, por ejemplo, el caso del Mercosur, pero no solo él.
Y quizás, y sin quizás, la población de nuestros países no sabe o no conoce bien cuánto ha tenido que ver aquello del año 80 o aquello del año 60, porque, confieso, la cantidad de organismos y de intentos de asociaciones que hay a veces marea un poco. Acá hay una gotita que permanentemente está cayendo, cayendo, que desde la Aladi termina disparando. Yo creo que con esa paciencia que a veces no tenemos los rioplatenses.
Y hay cosas concretas, en el sentido de lo que tú decías, el apoyo a la plataforma digital dirigida a las pymes (pequeñas y medianas empresas) o la facilitación del comercio, integración fronteriza, son cosas concretas para una economía, para una región que tiene una economía que precisa apoyo.
Uruguay sigue con una línea integracionista, demás está decirlo, pero, en estos momentos de crisis o de incertidumbre, reafirmamos nuestra vocación como país de paz, como espacio de resolución de conflictos, como espacio de acuerdos, y esta foto de hoy creo que ilustra cuál debe ser la puntería, cuál debe ser el rumbo.
Agradezco a los que estuvieron y a todos los que dieron su aporte. Agradezco al canciller Didier Opertti, con quien nos une una relación de mucha amistad e historias comunes.
A Sergio, a Enrique Iglesias, a Lito, perdón, y a mi amigo Lubetkin, que me acompaña en este proceso, pero sepamos ver que hay una fuerza ahí que va remando contra la corriente, tratando de lograr ese milagro de la integración, milagro tan necesario para nuestra gente. Gracias por acompañar, gracias por recibirme en esta casa."