Homenaje

Homenaje a Eduardo Bleier Horovitz

El pasado lunes 14 de octubre se llevo a cabo en el Paraninfo de la Universidad de la República, el homenaje y velorio de Eduardo Bleier Horovitz, secuestrado y asesinado en 1975 durante la dictadura cívico militar; sus restos fueron hallados a fines de agosto en el Batallón de Infantería N° 13.
Velorio de Eduardo Bleier

A continuación compartimos el discurso del Dr. Felipe Michelini:

Familia de Eduardo Bleier, sus hijos Carlos, Gerardo, Irene y Rosana y sus nietos,

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

Sr. Presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez

Sr. Rector de la Universidad de la República, Ec. Rodrigo Arim,

Ciudadanas y ciudadanos:

Nos encontramos esta mañana para honrar, homenajear y despedir los restos de quien fuera Eduardo Bleier. Odontólogo de profesión, esposo, padre de cuatro hijos, fuiste abuelo de 8 nietos, amigo de muchos; comprometido con su Partido Comunista, militante del Frente Amplio.

Recibimos y nos reencontramos, en la que fue esta su casa, con Eduardo Bleier, víctima del régimen cívico militar, asesinado y desaparecido por más de cuatro décadas. Intentamos hoy homenajearlo y dignificarlo al recibirlo aquí en la antesala del Paraninfo.

Es necesario recordar que el régimen de Terrorismo de Estado en nuestro país avasalló las instituciones democráticas, sometió a un férreo control social y represivo a nuestro pueblo. Consolidó la tortura sistemática, la violación y abuso sexual de los detenidos, la prisión prolongada, las ejecuciones extrajudiciales y la desaparición forzada dentro y fuera de fronteras. Sus víctimas fueron y son personas indefensas.

La acción represiva fue una obra diseñada, ordenada y ejecutada desde las máximas autoridades del régimen, incluidos obviamente los mandos militares. A los crímenes les siguió tanto la ineficacia como la anulación de los mecanismos de protección y la negación sistemática de los hechos.  Desde el mismo momento en que ocurrieron, fueron denunciados. Recuperada la democracia, más allá de todos los esfuerzos, el país fue sumido en la impunidad a través de la sanción, aplicación e interpretación de la Ley de Caducidad o de Impunidad.

Bleier tenía altas responsabilidades en su Partido, como responsable de Finanzas y de la conducción de la Departamental de Montevideo. Esas tareas las continúo ejerciendo en la clandestinidad durante el régimen militar. Es seguro que tenía cierta idea de los riesgos que enfrentaba. A pesar de lo cual continúo defendiendo sus convicciones. Probablemente no pudo imaginarse la saña de las torturas a las que iba a ser sometido por su tarea vinculada a su militancia y a su condición de judío. Por otra parte, no pudo suponer jamás que el castigo a su compromiso se iba a trasladar a su esposa, sus hijos y nietos por 44 años, al ser objeto de una desaparición forzada. Aún hoy, con toda la evidencia desplegada ante nosotros, nos cuesta creer que desde el Estado contando con todos sus medios, haya ocurrido tanta saña criminal.

Bleier fue secuestrado en el marco de la Operación Morgan en setiembre de 1975 y luego recluido en el local denominado 300 Carlos del ex Batallón de Infantería N° 13.  Fue objeto de durísimas torturas y vejámenes como lo señalan múltiples testimonios. Las condiciones en las que fueron hallados sus restos, confirman el tratamiento inhumano recibido.

Los responsables de su secuestro, tortura, desaparición y muerte fueron muy valientes al momento de torturar víctimas indefensas. Por el contrario, han demostrado una cobardía sin límites a la hora de enfrentar sus responsabilidades: la articulación de un pacto mafioso en la negación o en la deformación de los hechos, el ocultamiento de la información y la construcción de la mentira sistemática, en el abuso burdo de todas las garantías del proceso, con el solo objeto de rehuir sus responsabilidades en tan monstruosos hechos.

La respuesta ha sido redoblar el compromiso y seguir bregando incasablemente para cumplir la tarea de búsqueda. Esta ha ido permitiendo obtener la verdad que se nos ha querido ocultar, desmontar la impunidad que se ha pretendido imponer, recuperar la memoria para erradicar el olvido. Así en estas acciones, las víctimas continúan con nosotros.   

La búsqueda de los detenidos desaparecidos, y la denuncia permanente de estos crímenes de estado, no significa pensar en el ayer con los ojos en la nuca. Tampoco es pensar sobre hechos irrelevantes en el presente. La búsqueda debe ser entendida, por el contrario, como una causa sagrada de todos los uruguayos, tarea irrenunciable para dejar un legado de dignidad a las próximas generaciones. Ese es el futuro que queremos y debemos construir.

Nuestra democracia, el estado de derecho y la plena vigencia de los derechos humanos no puede sustentarse en el ocultamiento, en la cultura de la impunidad y en el olvido. Por ello ha sido trascendente el trabajo de tantos y especialmente de la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, que muchas veces en soledad, han mantenido sin pausa la búsqueda.

Presidente, el 1° de marzo de 2005 al asumir su primer gobierno usted anunciaba que se iba a excavar en los cuarteles allí dónde hubiese indicios de la existencia de restos, para que estos dejaran de ser cementerios clandestinos. Expresaba textualmente:

“Queremos saber qué pasó, qué pasó con estos ciudadanos, si están o no enterrados allí; si están serán recuperados, serán identificados, sus restos serán entregados a sus familiares y si no están, tendremos que saber por qué no están y dónde están, qué pasó con ellos.”  

El cambio de la política sobre las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en el pasado reciente, dio un giro fundamental. No ha sido fácil. Quienes conocen la verdad, perversamente no la dicen o mienten, no pueden hacer callar a la tierra.

Así a fue posible ubicar los restos del Esc. Fernando Miranda, del Maestro Julio Castro, de Ricardo Blanco Valiente y de Ubasgener Chávez Sosa.  El 27 de agosto ubicamos los restos de quien luego el Equipo Argentino de Antropología Forense, confirmaran el pasado 7 de octubre, que pertenecían de Eduardo.

Se debe continuar con la tarea y hacer todo lo imposible para lograr más resultados. Denunciar los crímenes de lesa humanidad, lograr la ubicación de los demás detenidos desaparecidos y someter al veredicto de la justicia a las personas sospechadas de tan graves hechos. Consolidar la construcción del NUNCA MAS.

Leyendo una vez y mil veces la triste página de nuestra historia, será posible darle vuelta y avanzar en la reconciliación nacional. 

Nuestro mejor y más sentido homenaje a Eduardo Bleier, luego de darle digna sepultura, será la continuar con la causa.

Eduardo, te buscamos siempre, Rosa y Elena removieron cielo y tierra para ubicar tu paradero. ¡Bienvenido a casa! Descansa en paz, junto a Kelly y Rosa, madres de tus hijos, a tus hermanas Julia, Aurelia y Elena. ¡Nunca te fuiste!  Siempre has estado y seguirás viviendo en tus nietos, en nuestro corazón y en nuestra lucha. 

Video Discurso de Felipe Michelini


 

 

Vídeos

Etiquetas