MGAP reconoció esfuerzo de trabajadores citrícolas
El director de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del MGAP, Federico Montes, soñó muchas veces que la Puerta de la Prudencia, una de las entradas que tiene el viajero que llega a Salto, “se transformara en la Puerta de la Dignidad” para los trabajadores citrícolas.
Una forma de logarlo fue la construcción de 42 viviendas ubicadas en el barrio Uruguay de la capital salteña, de 2, 3 y 4 dormitorios, una vivienda acondicionada para personas con discapacidad y un salón de usos múltiples con parrillero.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) realizó este miércoles en Salto “un reconocimiento al esfuerzo” del Sindicato de Trabajadores de Citricultura y Afines (Sitracita) a un año de la inauguración del complejo habitacional para familias de trabajadores a través de Mevir con el sistema de ayuda mutua.
Las viviendas se inauguraron en mayo de 2018 en una zona del país emblemática para la producción citrícola. Además de Mevir y Sitracita, el proyecto contó con la participación de la Intendencia local, que donó el terreno; el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma); y el MGAP, como articulador de los esfuerzos.
El titular del MGAP, Enzo Benech, quien participó del reconocimiento que consistió en la entrega de una plaqueta al sindicato, dijo que “el esfuerzo realizado tiene sentido por ustedes” y felicitó a los trabajadores “porque sus casas son hermosas. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer. Que las disfruten”.
Hacia la dignidad
El presidente de Sitracita, Héctor Piedrabuena, recordó que el sindicato presentó un proyecto “por un techo digno, que originalmente se pensó para construir 100 viviendas”.
Agregó que las 42 viviendas finalmente construidas por el sistema de ayuda mutua con Mevir “es un sueño hecho realidad” porque “lo que uno gana como trabajador rural o en la granja no alcanza para acceder a una vivienda. Ahora tenemos estas casas propias con una cuota accesible”.
Por su parte, Montes dijo que las viviendas “son un reconocimiento a ustedes, es dignificar el trabajo”, y remarcó el hecho de que fuera Salto, un lugar emblemático para la citricultura, “que reivindicara a los trabajadores”.
El director de DGSA recordó que recibió una carta del presidente de Sitracita, que le contaba el proyecto, y que desde ese momento hasta su concreción “fue una de las cosas más satisfactorias en las que me tocó participar” durante su gestión.
