Campo Natural

Lineamientos para el plan estratégico de ganadería sobre campo natural, de la MGCN ampliada

Informes

Los campos naturales ocupan aproximadamente el 60% de la superficie del país (DIEA-MGAP, 2011). Son la base alimenticia de los sistemas ganaderos extensivos una de las actividades productivas más importantes del país que además proveen otros servicios ecosistémicos, como el secuestro de carbono y en consecuencia la regulación climática, el control de la erosión y la provisión de agua de calidad, entre otros. La ganadería uruguaya se desarrolla en unos 47.300 establecimientos agropecuarios, 84 % de los cuales son menores a 500 ha (DIEA, 2018), con una fuerte incidencia de unidades de producción familiar. Uno de los servicios ecosistémicos más valorados por la sociedad es la calidad de agua, la que se encuentra en peores condiciones donde se ha sustituido el campo natural por otros usos del suelo (Visualizador DINAMA, 2019).

La sostenibilidad de los sistemas ganaderos está estrechamente vinculada a la naturaleza resiliente y a la capacidad adaptativa frente a eventos extremos que posee el campo natural. La estabilidad productiva de este agroecosistema se sustenta en la gran diversidad de especies que alberga: aproximadamente el 80% de la riqueza florística del país, alcanzando 2756 especies de plantas (Andrade et al., 2018). Pero la importancia de los campos naturales trasciende lo meramente económico y ambiental, constituyendo este bioma el soporte de aspectos culturales singulares, compartidos con Rio Grande do Sul, Brasil, y el centro-este de Argentina (Pillar et al., 2009).

Los campos naturales de Uruguay están sometidos a dos amenazas principales (pero de diferente gravedad): la conversión a otros tipos de coberturas y su degradación por sobrepastoreo. El área cubierta por campos naturales decreció del 80% al 60% entre 1990 y 2011 (DIEA-MGAP, 2011). Estos cambios estuvieron asociados fundamentalmente al crecimiento del sector agrícola y forestal (Paruelo et al., 2006; Baeza et al., 2011). En conjunto, ambas actividades incrementaron su superficie pasando del 4 al 16% del territorio nacional para el mismo período (DIEA-MGAP, 2011).

Cabe señalar que el área de campo natural bajo algún tipo de regulación oficial alcanza el 0,5% (SNAP 2018), por lo cual su conservación depende fundamentalmente de restricciones agroecológicas y de infraestructura para el cambio de uso del suelo, de la voluntad de sus propietarios y de la implementación de manejos productivos competitivos y compatibles con la conservación de la biodiversidad. Visto la realidad anteriormente señalada del campo natural y su ganadería, con el fin de aportar a mejorar la situación, la Mesa de Ganadería sobre Campo Natural Ampliada propone tres objetivos: conservar el bioma de nuestro país, el campo natural; mejorar los resultados económicos, ambientales y sociales de la ganadería sobre campo natural; y promover el reconocimiento y valoración por parte de la sociedad del campo natural y sus servicios ecosistémicos.

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