Unos 18.000 alumnos de escuelas públicas son atendidos por 547 maestros comunitarios
El Programa Maestros Comunitarios, en la actualidad institucionalizado en el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y con involucramiento del Mides, atiende a unos 18.000 alumnos de 300 escuelas estatales en todo Uruguay, a través de una tarea de acercamiento al hogar a cargo de 547 maestros. Esta iniciativa, que cumple 10 años de vida, “vino para quedarse”, sentenció la directora de Primaria, Irupé Buzzetti.

Una evaluación externa y una valoración cualitativa y pedagógica del Programa Maestros Comunitarios fueron presentadas por el Gobierno de Tabaré Vázquez en el marco de un acto por el décimo aniversario del plan
En el encuentro, realizado en Torre Ejecutiva, participaron, además de Buzzetti, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, el consejero de Primaria, Héctor Florit, el director de promoción sociocultural del Mides (Ministerio de Desarrollo Social), Federico Graña, y la coordinadora del programa Maestros Comunitarios, Rosario Ramos.
Es el primer programa de inclusión educativa generado desde la interinstitucionalidad de Infamilia del Mides y el Consejo de Educación Inicial y Primaria, creado el 5 de agosto de 2005.
Bajo esta iniciativa se atiende anualmente un promedio de 18.000 niños y niñas de 300 escuelas estatales a cargo de 547 maestros. El programa se desarrolla en 53 % en las escuelas de contexto crítico de la zona metropolitana de Montevideo.
Del total de maestros involucrados, 160 se desempeñan en Montevideo, detalla la evaluación. Cabe consignar que al momento de su creación, eran solo 277 maestros recorriendo todo el país.
Los maestros comunitarios son trabajadores docentes de la institución que en otro turno actúan en el aula. En ese marco, tienen 20 horas semanales para hacer el trabajo de acercamiento a los hogares, “en una tarea que realza la función social-pedagógica del magisterio”, dijo Ramos, quien explicó que es una labor que está enraizada en la propia historia del magisterio.
Cada maestro tiene a su cargo unos 20 niños, a quienes visita en sus hogares, detalló.
“El programa es altamente positivo, aceptado por la población, por las familias de los hogares donde los maestros comunitarios acceden”, aseguró Ramos, tras añadir que “es un programa que mejoró los vínculos de la escuela con la comunidad en muchos de los casos y que restituyó el deseo de aprender de muchos alumnos”.
Las familias tienen una mirada muy positiva hacia el trabajo de los maestros comunitarios que lo hacen desde distintas líneas. Actúan en alfabetización en hogares, con los niños y niñas como sujetos de educación y el referente adulto de ese hogar. También trabajan en integración educativa, aceleración y transiciones educativas.
“Este programa es un baluarte de la educación, institucionalizado por el CEIP. Es decir que hoy es parte del organismo y, por tal, los maestros son parte de la plantilla de Primaria”, enfatizó Ramos.
“Fue un acto de audacia y compromiso”, resaltó, por su parte, Federico Graña, en alusión a la decisión de instalar este programa hace 10 años, en el comienzo del primer período de gobierno de Tabaré Vázquez (3005-2010)”, apuntó.
“De esta forma se le dio respuesta a una nueva forma de hacer escuela en contacto con el territorio”, sostuvo. El jerarca entiende que el hecho de que el CEIP se apropiara de la iniciativa y le diera institucionalidad “mejoró las formas de hacer escuela”.
En cuanto al compromiso docente, Graña aseguró que fue fundamental que “se pusieran la camiseta” para la concreción del programa, lo cual implicaba una construcción de cero.
Entre los desafíos a futuro, el director del promoción sociocultural del Mides dijo que se apuesta a fortalecer el acceso a la cultura, para lo cual se firmó un convenio con el Sodre para garantizar la llegada de los productos culturales a los niños, pero también a los maestros. Asimismo, se continuará monitoreando y evaluando resultados para mejorar el impacto de las políticas públicas.
El consejero Florit repasó los comienzos del programa, tras lo cual agregó que los logros son reflejo de la capacidad de los maestros como hacedores de la política junto con el Estado.
En esa línea, Buzzetti se refirió al desafío que implicó levantar esta construcción, lo que demuestra que cuando se quieren hacer cosas y estas cosas están lo suficientemente maduradas salen bien.
La directoral general del CEIP recordó que en la dictadura (1973-1985) se había suspendido el vínculo padres-docentes, lo cual en los últimos 20 años se fue reconstruyendo, una acción que se ratifica en esta década de existencia de Maestros Comunitarios.
Luego hizo hincapié en la labor de los maestros comunitarios en lo que fue luego el programa Tránsito entre Ciclos Educativos. “Es una construcción muy fuerte que vino para quedarse”, aseguró.
La ministra Muñoz, a su turno, indicó que se trata de un “proyecto revolucionario, encomiable” y resaltó el colectivo docente y la importancia del apoyo a la escuela pública, que va desde el respeto a la maestra.
“La escuela construye nuestra identidad como ciudadano”, reflexionó la ministra.
Esta celebración incluye diversas actividades en distintos puntos del territorio nacional que tendrán lugar a los largo de este mes.
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