SIPIAV Informe anual

30 % de menores que ingresaron a dependencias de INAU en 2012 eran víctimas de violencia

En el Sistema de Protección a la Infancia y la Adolescencia contra la Violencia se reportan y atienden casos de maltrato denunciados en ámbitos como la enseñanza y la salud. La responsable del SIPIAV, María Elena Mizrahi, explicó que en 2012 ingresaron al Área de Protección Integral de INAU (internación) 836 menores en Montevideo, de los cuales 249 (30 %) eran víctimas de castigos físicos, emocionales o abuso sexual.

Niños jugando

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, la coordinadora del Sistema Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV), María Elena Mizrahi, analizó el informe de gestión 2012 y los principales indicadores de nuestro país en la temática.

 

El SIPIAV se creó hace siete años con representación interinstitucional (Ministerio de Salud Pública, Administración de Servicios de Salud del Estado, Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) —que lo preside—, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio del Interior, Administración Nacional de Educación Pública, con apoyo de UNICEF y participación del Poder Judicial). La intervención ante casos de violencia tiene el objetivo de atender a niños, niñas y adolescentes víctimas de maltrato y abuso sexual. El sistema procura mecanismos de protección, reducción de la reincidencia de comportamientos violentos y desarrollo biológico, psicológico y social del niño afectado.

 

Los casos

Mizrahi aseguró que desde que se formó el sistema todos los años se reportan datos de las situaciones de violencia. En 2012, la Línea Azul de INAU atendió 435 situaciones de violencia (54 % a niñas y adolescentes mujeres y 46 % a niños y adolescentes varones). En el área metropolitana, el Instituto y las organizaciones en convenio atendieron 824 situaciones. 

 

Asimismo, en todo el año ingresaron al Área de Protección Integral de INAU (internación) en Montevideo 836 niños y adolescentes, 249 de ellos por situaciones de violencia (30 %). Por orden judicial esos menores debieron dejar de vivir con sus familias para pasar a estar bajo la protección del Estado.

 

“Tenemos mayor captación de casos de entre 6 y 12 años, entre los que se encuentra el 45 o 50 % de los niños involucrados en situaciones de violencia”. Esto se debe a que existe un mapa de ruta de Enseñanza Primaria y un protocolo para Enseñanza Media. La jerarca puntualizó que estos datos no se traducen en que los niños de entre 6 y 12 años sean los más maltratados, sino que son los que —como sistema— se detectan fácilmente.

 

Tipos de violencia y agresores

Para definir las formas de violencia hacia niños y adolescentes se aplican las categorías incluidas en la Ley de Violencia Doméstica, aprobada en 2002. “Se trata de violencia física, emocional, abuso sexual infantil y violencia patrimonial; todo el castigo físico y emocional que recibe un menor y que se prolonga en el tiempo. No es un hecho aislado, sino una situación de violencia que viven en forma reiterada”, relató.

 

Consultada por la situación que más se reitera, Mizrahi aseguró que es el castigo físico. Asimismo, explicó que el emocional es un castigo muy duro porque implica a todos los casos. “Cualquier niño que sufre violencia física, abuso sexual o violencia sexual está recibiendo violencia emocional también”, añadió. El 78 % de los agresores corresponden al ámbito familiar. Un 46 % de ellos son padres y un 25 %, madres.

 

La acción y atención

Los casos de violencia, por lo general, son captados inicialmente por alguna de las instituciones involucradas en el sistema. Una de las razones de ser del SIPIAV fue evitar la superposición de acciones, es decir evitar que las víctimas vivencien reiteradas situaciones en el trayecto de detección, lo que supone revictimización. La existencia de protocolos facilita la tarea de docentes, personal de salud o de INAU. Por ejemplo, si se detecta un caso en un Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), el informe técnico que allí se elabora es el que luego toman los técnicos que abordan al niño, para evitar que el menor rememore la historia una y otra vez.


Existen distintos niveles de atención, según cada situación. Entre los servicios enumerados por la entrevistada se incluye: equipos territoriales de cercanía, como las modalidades Casa Amiga, Centro de Referencia y los Equipos Territoriales de Atención Familiar, y regionales, el Departamento de Psicología de INAU y las organizaciones sociales con las que el INAU estableció convenios.


El sistema procura brindar medidas de protección y cuidado; aportar a los cambios que se deben generar en las formas de relacionamiento, en la restitución de derechos, e implementar mecanismos y dispositivos operativos y oportunos para la atención de situaciones de alto riesgo. El promedio de atención, en tiempo, es de seis a ocho meses ante situaciones crónicas donde hay que intervenir con la familia. Los casos graves pueden llegar al año.

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