Miranda viajó con los refugiados

“Abriga al corazón ver cómo los uruguayos responden solidariamente a la llegada de sirios”

“Es importante que los sirios vivan con dignidad en Uruguay y que nosotros aprendamos a acoger gente de distintos lugares, que pueden ser muy alejados geográficamente pero muy cercanos en términos humanos”, reflexionó el secretario de Derechos Humanos de la Presidencia, Javier Miranda, quien acompañó a los primeros 42 refugiados de ese país en guerra que arribaron este jueves a Uruguay tras casi 30 horas de vuelo desde Beirut.

Los refugiados sirios de vaión en avión para llegar a Uruguay
El avión proveniente del Líbano, en el que viajó el primer grupo de refugiados sirios y el resto de la delegación enviada por Uruguay, realizó una escala rápida en Frankfurt y 14 horas después arribó al aeropuerto bonaerense de Ezeiza, para partir este jueves a las 07:00 horas y poner rumbo a Montevideo, escala esta en la que la Secretaría de Comunicación se sumó a la comitiva.

Ya en tierra americana, las cinco familias, compuestas en su gran mayoría por niños, niñas y adolescentes, aprovecharon la escala para descansar y estrechar los lazos entre ellos.

Miranda comentó a la Secretaría de Comunicación, en el vuelo hacia Montevideo, que el viaje fue razonablemente bueno para estas personas que nunca habían viajado en avión, “más allá de algún susto por el movimiento de la nave o el rechazo a la comida que se le ofreció, que era muy distinta para ellos”.

Este es un momento de gran ansiedad, porque “se acerca el punto culminante para estas personas que están llegando a un nuevo destino y a una nueva etapa de vida”. En ese sentido, recordó que una vez arribados a Uruguay, las familias sirias serán trasladadas al Hogar San José, de los católicos Hermanos Maristas, ubicado en el kilómetro 16 de camino Maldonado.

Una vez ubicados estarán en ese lugar por espacio de siete semanas, durante las cuales recibirán “unas sesiones de español intravenoso”, bromeó Miranda en referencia al aprendizaje rápido que harán del idioma, para luego pasar a radicarse en distintos sitios del país, entre ellos la ciudad coloniense de Juan Lacaze, la canaria Soca o el propio Montevideo, zonas vinculadas a las oportunidades laborales que puedan tener estas personas, añadió.

La determinación del lugar de radicación será acordada junto a las familias, pero ya se sabe que está fuertemente vinculada al tema laboral.

Al respecto, Miranda recordó que se trata de personas que cuando estaban en su tierra, antes de huir por la guerra civil, algunos eran comerciantes, otros se dedicaban a la construcción o al trabajo agrícola y que su nivel de escolarización es bueno, especialmente entre los jóvenes y los niños y niñas.

También adelantó que se recibieron ofertas laborales o de vivienda, de varias empresas o de particulares, que se acercaron al programa para aportar.

“Sin querer ser muy solemne, han sido cosas realmente conmovedoras, abriga al corazón ver como el pueblo uruguayo responde solidariamente”, señaló.

Miranda indicó que cuatro de las cinco familias que llegaron en esta tanda tendrían resuelta ya su situación en materia de vivienda y que una de ellas, tiene la posibilidad de radicarse en Maldonado, ya que allí podría trabajar, pero que aún falta resolver el tema de la vivienda.

“Creo que va a ser posible resolver en estos dos meses que nos quedan las viviendas de estas 42 personas”, dijo.

Por otro lado, se expresó optimista en que este programa humanitario que realiza Uruguay será exitoso.

“Vamos a tener buenas posibilidades de que se adapten o que al menos vayan generando espacios de autonomía progresiva, porque de eso se trata el programa, de darle una oportunidad a estas personas a que rearmen un proyecto de vida y si algún día quieren volver a su país, lo puedan hacer, porque eso significará que terminó la guerra civil en Siria”, observó.

Es importante que estas personas puedan vivir con dignidad en Uruguay y “que nosotros también aprendamos a acoger gente que está muy lejos en términos geográficos pero muy cerca en términos humanos. Nos hace bien a nosotros también”, reflexionó.

Recordó que a fines de febrero llegará un segundo contingente de 72 sirios, que tendrá el mismo tratamiento que el que arribó hoy al país. “Todo este proceso de inserción paulatina de aterrizaje lento culminará a fines de abril o comienzos de mayo, fechas en las que se estarán trasladando a su residencias definitiva”, estimó.

Finalmente, Miranda no quiso dejar de destacar “especialmente el trabajo de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para reunir a las personas en Beirut y acompañarlas hasta la puerta del avión. Es un trabajo que realmente lo quiero destacar porque ha sido excepcional”, apuntó.

La directora Nacional de Salud Pública, Marlene Sica, quien también integró la delegación que acompañó a este primer grupo de sirios, explicó que desde el punto de vista sanitario las medidas tomadas para el viaje hacia Uruguay fueron básicamente de prevención, por lo extenso del vuelo y especialmente por tratarse de personas que nunca habían viajado en avión. 

“Felizmente, el viaje se desarrolló en condiciones aceptables con inconvenientes menores muy mínimos, pero habituales cuando uno viaja con niños en un vuelo tan largo”, expresó.

Por otro lado, recordó que el programa de reasentamiento de refugiados sirios comprende la atención médica que será bridada por la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y que ya está todo protocolizado desde el momento que pisaron tierra uruguaya.

Sica indicó que entre las medidas tomadas, debido a las condiciones epidemiológicas distintas de las que provienen, se hizo hincapié en la adecuación del esquema de vacunación con el sistema uruguayo.

“Previo al vuelo y en un contacto estrecho con médicos y técnicos de las OIM establecimos estas condiciones y todo se dio con total normalidad y dentro de lo previsto”, culminó.

Destino final: Uruguay
Pasadas las 09:00 horas en Buenos Aires, el primer contingente sirio abordó en el aeropuerto de Ezeiza el último tramo del vuelo hacia Uruguay, su país de destino.

Expectantes y ya en el tramo final de su traslado, las cinco familias colmadas de esperanza por la nueva oportunidad que se les brinda, festejaron con aplausos el aterrizaje en el aeropuerto internacional de Carrasco.

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