Presidente de ANEP, Wilson Netto

Acompañamiento es clave para asegurar continuidad educativa sobre la base de la confianza

El proceso de largo plazo de “trayectorias continuas, completas y protegidas” instrumentado en la educación da resultados positivos, ya que miles de jóvenes volvieron a estudiar tras las intervenciones correspondientes, señaló el presidente de la ANEP, Wilson Netto. Insistió, además, en el seguimiento y la construcción de confianza como pilares para que en 2020 todos los menores de 17 años estén dentro del sistema.

Presidente de la ANEP, Wilson Netto

En los últimos días hubo una confusión respecto del protocolo y al rol del policía comunitario, comenzó aclarando Netto al referirse a esta herramienta creada en 2014 para atender casos de desvinculación del sistema educativo y procurar su retorno.

El titular del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) atribuyó esa confusión a “un cúmulo de errores y apreciaciones que no tuvieron la pertinencia en algunos casos y la precisión, en otros”.

“Creo que se perdió la idea de proceso”, enfatizó, para luego agregar que, “cuando se discutió este protocolo y se aprobó, no teníamos las herramientas que logramos construir aceleradamente en este par de años”.

“Hoy se confunde un protocolo -que está a reconsideración porque tiene elementos de forma de que se deben discutir con otras instituciones fuera de la ANEP- con el profundo y fantástico proceso que se realiza en este tiempo, que es el seguimiento de las trayectorias educativas continuas, completas y protegidas, que se separa absolutamente de una parte del espíritu de aquel documento”, sostuvo.

Entre los avances alcanzados, Netto citó el acceso a sistemas de información más eficientes, la ruptura de la fragmentación por consejos y la concepción del sistema articulado, donde primero están los niños y los jóvenes y luego una institución que debe transformarse para dar respuesta a las situaciones.

También resaltó la capacidad de generar el programa “Todos por la educación”, para facilitar el acceso a la formación.

“Se avanzó enormemente en la interinstitucionalidad y eso se nota en la cantidad de miles de jóvenes que están reingresando al sistema educativo”, añadió el titular de la ANEP. Según datos del Monitor Educativo 2015 de Enseñanza Secundaria, la matrícula en los liceos aumentó en 6.584 personas respecto del año anterior, totalizzando 236.245 alumnos.

En este contexto, destacó la coordinación con instituciones de programas no formales. También sostuvo un último relevamiento de estas entidades, sobre las que dijo que "son más de 400 instituciones de educación no formal registradas”, que, en muchos casos, funcionan con apoyo del Estado.

El objetivo es que los jóvenes que participan de ese tipo de propuestas estén registrados para procurar una articulación y alcanzar la meta prevista a 2020: que toda persona  menor de 17 años participe de una propuesta educativa formal o no formal. “En estos cortos tiempos logramos revertir la ausencia de información y de trabajo conjunto”, insistió Netto.

En el mismo sentido, aludió a los controles para el cobro de las asignaciones familiares. Según recordó, existía un listado original, que gradualmente se fue ajustando, de los chiquilines que no estaban registrados para poder atribuirles el derecho a la asignación.

“Todas las semanas reubicamos jóvenes y los insertamos en distintas propuestas educativas formales y no formales”, aseguró.

“No es que muchos de ellos no estuvieran en ellas, sino que no teníamos los datos, porque no hay un sistema de información integrado para conocerlo y, por eso, se viene avanzando y seguramente cuando lleguemos a la fecha que nos establecimos, del 4 de agosto, la cantidad será significativamente menor que la que se maneja ya que cada semana se reduce la lista”, añadió.

Revisión del protocolo
Netto insistió con la necesaria revisión del protocolo antes citado.

“Hay un problema de vínculo entre las otras instituciones, por fuera de ANEP. De alguna manera no fluyó la información de modo adecuado, como se dispuso en la constitución misma del protocolo, por eso está a reconsideración para así ajustar situaciones que no tienen que ver con la no asistencia, sino con otros aspectos vinculados a lo cotidiano, a abusos o situaciones que se están denunciando”, expresó.

El funcionario enfatizó que se debe considerar en cada situación los motivos por los cuales el niño o joven se alejó del sistema.

Explicó, además, que cuando se habló de que policías comunitarios intervengan en este proceso se malinterpretó, porque el policía comunitario en el interior del país desempeña un rol social importante, de confianza, de cercanía notoria con el vecino, y desde ese lugar es que se había pensando su aporte en el proceso de reinserción de los estudiantes en el sistema.  

“No podemos dedicarle más tiempo a esto e invisibilizar el gran proceso que se viene desarrollando: sistemas de información, trabajo en forma orgánica y sistémica a nivel de todo ANEP, y el trabajo y la descentralización que ordena actores de alta referencia y jerarquía a nivel territorial que comienzan a hacerse cargo de estas situaciones que estaban desdibujados en la centralidad”, argumentó Netto.

Además consideró que la coordinación entre instituciones es fundamental.

“Las chacras y la fragmentación se construyó en el imaginario y fue una constante  en la ‘cultura natural’ del Uruguay. Estamos rompiendo con eso y no es menor. La energía la debemos poner ahí. Por supuesto que nos vamos a hacer cargo de los niños y los jóvenes. A eso hemos venido, en procura de una educación para todos”, concluyó.

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