Aguerre: Gestión institucional es factor clave en aplicación de políticas agropecuarias
Sin agredir ni un solo bosque nativo, Uruguay cuenta con 700.000 hectáreas de árboles para la industria maderera y celulósica gracias a la ley forestal, a la vez que produce alimentos para 28 millones de personas a partir de incorporar patrones modernos de competitividad, dijo el ministro Tabaré Aguerre en los 50 años de creación de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) y de la Dirección General Forestal.

Aguerre destacó que la instauración de Opypa y de la Dirección General Forestal en Uruguay se produjo en un momento histórico en el que hubo una proyección a futuro en el país, en materia de políticas agropecuarias y desarrollo nacional que coincidió con la presencia, a comienzos de los años 60, del líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunante (1919-1988) al frente del Ministerio de Ganaderìa, Agricultura y Pesca.
Agregó que fue un periodo en el que “el mundo encarnaba un proceso de proteccionismo agrícola muy fuerte y en paralelo los países en vías de desarrollo apostaban a la industrialización como una forma de sustitución a las exportaciones”.
En este escenario fue cuando se produjo la creación de Opypa, que en su momento era la Oficina Agropecuaria de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE), en donde se plantearon siete leyes como la normativa que regula obtención, producción, circulación y comercialización de semillas o Ley forestal, entre otras, que se transformaron en una base importante de la institucionalidad del ministerio y de la legislación agropecuaria.
También se implementó la Dirección General Forestal cuyo objetivo principal es aplicar la ley forestal y que, según explicó el ministro de Ganadería, transformó a Uruguay en el único país que tiene 700.000 hectáreas de forestación artificial, sin agredir ninguna hectárea de bosque nativo.
Estas institucionalidades creadas hace 50 años atrás fueron reconvirtiéndose con el paso del tiempo conservando siempre los objetivos con las que se iniciaron.
Entre algunos de sus propósitos se encuentra la generación de riqueza a partir de recursos naturales, que según explicó Aguerre, debe incorporar patrones modernos de competitividad que permitan seguir en la senda que ha permitido dejar de ser un país que en 2005 alimentaba a 9 millones de personas y que hoy alimenta a 28 millones y cuyo desafío en un futuro es ofrecer alimentos a 40 o 50 millones de individuos.
Además tienen el desafío de vender alimentos de máxima calidad, cuidando aspectos medioambientales y sociales para que sea un proyecto sostenible en el tiempo, genere inclusión, oportunidades para la gente y no deteriore los recursos naturales, explicó.
La incorporación de recursos humanos capacitados al servicio de la aplicación de las políticas especificas de cada unidad ejecutora y la interrelación con el resto de las instituciones agropecuaria, es otro de los desafíos en los que el ministro hizo énfasis.
En este sentido recordó que durante esta administración, Opypa se dotó de nuevos recursos humanos jóvenes y capacitados que favorecieron un mejor desempeño de la institución.
Como recomendación para las próximas administraciones Aguerre mencionó la necesidad de profundizar el fortalecimiento de una oficina interinstitucional de políticas agropecuarias que funcione como “una potente plataforma de información, que este al servicio de las mejores políticas públicas y de las decisiones de los actores privado en planes de negocio o en su inserción internacional”.