Nuevo comandante en jefe

Alonso proyecta una Armada equipada, bien dotada y remunerada, basada en la honestidad

El flamante comandante en jefe de la Armada Nacional, Leonardo Alonso, dijo que la Fuerza incorporará medios navales para desempeñarse en forma más eficiente y segura. Recordó su responsabilidad de custodiar 1.400 kilómetros de costa, y el compromiso con grandes proyectos que el país impulsa ligados al mar. Dijo que sueña una Armada equipada, bien dotada y remunerada, basada en la honestidad.

Leonardo Alonso, nuevo comandante en jefe de la Armada Nacional

Este lunes 2 de febrero asumió el nuevo comandante en jefe de la Armada Nacional, Leonardo Alonso, quien reemplaza a Ricardo Giambruno. Estuvieron presentes del ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro; el subsecretario, Jorge Menéndez; el Presidente electo, Tabaré Vázquez y el próximo canciller, Rodolfo Nin Novoa, entre otras autoridades civiles y militares.


El acto oficial, realizado en las instalaciones de la Escuela Naval, comenzó con el pasaje de revista de los efectivos a cargo del subsecretario Menéndez. Acto seguido se expresó el comandante en jefe saliente, quien dijo que de esta forma cierra su “bitácora de  la vida activa en la Armada Nacional”. Aseguró sentirse orgulloso de su carrera en la Fuerza y agradeció el respaldo constante de quienes estuvieron en su camino.


“Alonso, le entrego el comando de una Armada con importantes desafíos por delante a corto plazo. El futuro del país, sin duda, pasa por nuestro mar. Las expectativas de desarrollo son grandes y la Armada debe acompañar ese desarrollo de forma de dar seguridad a quienes trabajan en este ámbito y proteger los recursos naturales del país. Para afrontar esos desafíos se requieren recursos humanos y materiales adecuados. Hoy le dejo una Fuerza ávida de asumir estos compromisos”, dijo Giambruno a su sucesor.


Posteriormente, se hizo lectura del acta que nombra a la nueva autoridad de la Armada y el ministro Fernández Huidobro impuso en el cargo a Alonso, quien dio su discurso de asunción.


Alonso agradeció al Ejecutivo actual y al entrante por confiar en su persona para conducir a la Armada. Dijo que asume la responsabilidad con entusiasmo y compromiso.


Explicó que desde hace 40 años es testigo de la evolución de la Fuerza. “Estoy más que orgulloso de esta noble profesión. No siempre se navegó en aguas calmas, pero cuando existe la firme vocación, convicción, amor a la profesión, lealtad y honestidad, el devenir se hace mucho más fácil”. Recordó que la Armada realiza muchas tareas en forma permanente y silenciosa, basadas en el sacrificio del personal superior y subalterno.


“Hoy la Armada se enfrenta a más desafíos. Estamos ante la gran posibilidad de dar un salto cuantitativo y cualitativo en cuando a la incorporación de nuevos medios navales que nos permitirán desarrollar la tarea en forma más eficiente y segura. La situación geográfica del país indica que la Armada tiene la responsabilidad de controlar y custodiar 1.400 kilómetros de costa, cuyo 70 % constituyen límites internacionales donde la Armada tiene que estar para llevar adelante su misión. Esto implica la necesidad de recursos humanos y materiales adecuados para su cumplimiento”.


“Nuestros ríos, nuestro mar territorial, la zona económica exclusiva dentro de la plataforma continental y la firme expectativa de extender esta última hasta la milla 350 nos generan distintos escenarios de actuación de enorme responsabilidad en lo nacional e internacional. El Gobierno fijó prioridades en diversos proyectos, algunos en ejecución y otros en desarrollo, pero un número muy importante de ellos está relacionado con el mar. Un ejemplo es la planta regasificadora, la perforación exploratoria que se realizará en nuestra zona económica exclusiva, la profundización de los canales Martín García y el Río Uruguay, el puerto de aguas profundas”, agregó.


Alonso dijo que Fernández Huidobro comparte y apoya las necesidades que tiene la Armada en cuanto a la renovación de la flota a través de la incorporación de nuevas unidades como los patrulleros oceánicos y costeros, guardacostas, aeronaves navales, y un sistema de vigilancia costera. “Todos estos elementos son imprescindibles hoy para enfrentar el presente y proporcionar las herramientas necesarias para el comando de la flota y la Prefectura Nacional Naval” y para atender los desafíos del país.  


En cuanto al personal superior y subalterno, sostuvo que todos son importantes pero ninguno imprescindible. Insistió en el compromiso con la institución bajo la premisa de la lealtad, honestidad y dedicación. El jerarca hizo énfasis en el aspecto de la honestidad, porque dijo no desconocer los hechos ocurridos en el pasado a manos de oficiales deshonestos. “No queremos más eso para la Armada. Los errores son del pasado”, añadió.


Recordó que en los últimos años el Estado logró mejoras económicas sustanciales para el personal embarcado y el que desarrolla tareas especiales. “Soy consciente que no es suficiente para evitar la fuga de nuestro personal calificado que emigra hacia la actividad privada tras mejoras salariales. Esa transferencia es una contribución que la Armada hace al mercado laboral del país, pero aspiramos a retener a nuestra gente que se ha capacitado y especializado, por lo cual seguiremos bregando por mejorar el bienestar en todos los aspectos”, indicó.


Alonso manifestó que el personal también requiere dignidad en el trabajo, desde el trato, el uniforme, la oficina o el buque y necesita la preocupación y atención de sus superiores para comprender la problemática de cada uno y brindarles el mayor apoyo posible.


En este sentido, insistió en que es necesario personal preparado y medios seguros para desarrollar las tareas en el mar, ya que muchas veces se realizan bajo condiciones climáticas adversas. “Nuestros buques tienen un promedio de más de 45 años. Necesitamos darle a nuestra gente un ámbito de trabajo digno, seguro. De esa forma podremos exigirles más y ser más eficientes”.  


Al cierre de su discurso, volvió a insistir en que aspira a tener una Armada equipada, bien dotada, bien remunerada y orgullosa de sí misma.


El acto culminó con una serie de honores a la autoridad entrante y saliente y un desfile de los representantes de la Fuerza.

Enlaces relacionados

Audios
Fotos