ANCAP emitió aclaraciones sobre convenio con Petroecuador
En el marco del contrato establecido entre la petrolera estatal de Ecuador y ANCAP, la empresa uruguaya realizó aclaraciones sobre los intercambios comerciales realizados durante la vigencia del acuerdo. El convenio que establecía un compromiso de compra y venta de petróleo y refinados fue firmado en el 2010 y finalizó en 2012 al considerarse la imposibilidad de enfrentar las exigencias operativas de la petrolera ecuatoriana.

Debido a trascendidos de prensa, ANCAP realizó una conferencia de prensa para aclarar los términos establecidos en el acuerdo de intercambio de petróleo y refinados entre la empresa uruguaya y la estatal ecuatoriana, Petroecuador. Este acuerdo se enmarcó en la alianza estratégica que ambas empresas habían firmado en noviembre de 2006 y estuvo vigente desde enero de 2010 hasta 2012.
Según explicó el vicepresidente de ANCAP, Germán Riet, el contrato no establecía restricciones a Uruguay respecto a la reventa de petróleo crudo a excepción de destinos como Chile y Perú debido a que Ecuador no tenía la intención de competir con esos países.
Riet explicó además que en cada compra de petróleo que se realizaba, Uruguay actuaba como operador de la negociación, es decir que se encargaba de los trámites operativos, entre otros, y que Ecuador siempre tenía conocimiento sobre el destino de ese barco, que incluyó a Uruguay en dos oportunidades.
El vicepresidente de ANCAP subrayó que el contrato no establecía el intercambio de divisas, sino que el compromiso era de entregar productos refinados como gasoil, gasolina, supergás, en las cantidades que la empresa lo pidiera a cambio de la compra de petróleo crudo y con los precios fijados por Petroecuador.
Por su parte el director de ANCAP, Juan Gómez, estableció que el acuerdo con Petroecuador no fue violentado en ningún momento y que este definía con claridad que el petróleo no iba necesariamente a refinarse en la Refinería de la Teja ya que esta no tiene la capacidad para tal operación, pero que si lo haría ocasionalmente en la medida en que el crudo fuera compatible con la refinería. Por lo tanto, el comercio se establecería a través de otros para ofrecerle a Ecuador, la posibilidad de tener refinados en su país.
La decisión de la empresa uruguaya de embarcarse en esta iniciativa se debió a la intención de ANCAP de adquirir conocimiento sobre la intermediación en la comercialización de crudo y refinados con países y empresas del mundo a las que Uruguay no había accedido nunca.
Riet precisó que esta actividad fue beneficiosa tanto desde el punto de vista de la experiencia comercial como desde lo económico debido a que en el proceso de intermediación, Uruguay cobraba una comisión que generó una ganancia aproximada de siete millones de dólares.
El contrato finalizó en enero de 2012, luego de dos años de vigencia, debido a que el directorio de ANCAP consideró que no podía hacer frente a las exigencias operativas de Petroecuador.