ANEP inauguró reconstrucción de aulas de escuela de Flor de Maroñas incendiadas en junio
Agradeciendo la respuesta social y gubernamental y en un emotivo acto, ANEP inauguró este viernes las obras de reconstrucción de parte del edificio compartido por las escuelas 173 y 196 de Flor de Maroñas, en Montevideo. Una inversión de 16 millones de pesos permitió levantar los cinco salones incendiados en junio, baños y, en su momento, montar aulas prefabricadas para que los 800 niños del centro pudieran seguir sus clases.

En una colorida ceremonia, la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) presentó la reconstrucción, remodelación y acondicionamiento de las cinco aulas de las escuelas N.° 173 y N.° 196 de Flor de Maroñas, ubicas en un edificio compartido de la calle Rubén Darío 3071, de Montevideo, que habían sido destruidas por el incendio provocado el domingo 22 de junio.
“El dolor nos fortalece” y “La comunidad educativa nos abraza” eran las leyendas que se podían leer al ingreso al remozado y moderno edificio escolar, donde las palabras "emoción" y "gracias" eran reiteradamente expresadas por parte de alumnos, cuerpo docente, padres y vecinos del referido centro escolar y también por parte de las autoridades del sistema educativo.
En el centro educativo, que es compartido por ambas escuelas y en el cual estudian 800 alumnos, la ANEP invirtió, en gestión con la Corporación Nacional de Desarrollo (CND), para la recuperación más de 16 millones de pesos.
Esa cifra se desglosa en cuatro millones para las aulas prefabricadas que sirvieron para dictar clases en el período junio-noviembre, 11 millones de pesos para el reacondicionamiento de los cinco salones incinerados y 1,2 millones para la recuperación de los baños.
Proceso que construye ciudadanía
Tras el emotivo espectáculo artístico ofrecido por los alumnos armonizado por los temas musicales “Cambia todo cambia” y el “Mundo lo hacemos entre todos”, el director general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (Ceip), Héctor Florit, indicó que la inauguración es la finalización de un proceso “que fue de los más importante que vivió la educación pública en 2014”, sin dejar de lado las múltiples inauguraciones, el avance de las escuelas de tiempo completo y extendido.
Reseñó el momento vivido “o sufrido” el día del incendio hasta la reinauguración del día viernes donde la capacidad de respuesta y resistencia exigían esfuerzos como los realizados.
“Cuando las instituciones públicas son avasalladas, atropelladas o lastimadas y la sociedad no se levanta en un clamor gritando basta, hay algo de la civilización y de la civilidad que estamos perdiendo”, advirtió y enfatizó que “acá hubo la capacidad de exigir basta hasta acá”.
“De ninguna manera la educación pública quedará rehén de agravios, agresiones, de la violencia y de la irracionalidad”, aseveró Florit resumiendo el proceso de los cuatro meses vividos.
El jerarca recordó que la convocatoria del Sistema Nacional de Emergencia y el tratamiento del tema en diversos Consejos de Ministros evidencian la importancia que le otorgó el Presidente Mujica al “desagradable” inconveniente, “porque cada gesto era un mensaje de que la escuela pública es una institución en la que se construye ciudadanía con capacidad de respuesta”.
Transformación del dolor en satisfacción
El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Wilson Netto, agradeció a las instituciones públicas y privadas que ayudaron al reacondicionamiento del centro educativo y demuestra el ejemplo de lo que produce la educación pública uruguaya para la sociedad.
Además de ser un ejemplo de la “ruta y plan” de trabajo conjunto con la CND para dar respuesta a temas puntuales y globales.
El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, ratificó el compromiso del barrio, la sociedad toda y el Gobierno “para que un dolor inmenso e indignación se transforme en solidaridad con satisfacción y alegría”.
Agradeció también al Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), al Ejército Nacional, Sistema Nacional de Emergencia por haber ayudado en la limpieza del terreno y reconstrucción del edificio.
Propuso al barrio y al mismo alumnado a que cuiden la escuela “porque es como si fuera su segunda casa”.
La directora de la escuela 173, Estela Mazziotti, recordó junto a la totalidad del cuerpo docente que al día siguiente al que se produjo el atentado que destruyó por completo las cinco aulas, se acondicionó el local a efectos que no se interrumpiera el normal dictado de los cursos y comenzaron los trabajos para recuperar los espacios educativos.
“A la escuela la hacemos entre todos y una muestra de ello es que el comedor nunca detuvo la alimentación de los niños”, afirmó.