Sistema financiero nacional

Bergara aseguró que Uruguay incrementa el acceso, el desarrollo y la regulación

El Banco Central del Uruguay, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) debatieron acerca del “Desarrollo del Sistema Financiero en América Latina”. En la conferencia, el presidente del BCU afirmó que el modelo financiero a seguir es el fortalecimiento de la nueva institucionalidad y la infraestructura mediante el acceso a servicios financieros con desarrollo asociado a una buena regulación.

Autoridades en conferencia

En la conferencia realizada el 22 de mayo en la sala “Enrique Iglesias” del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara brindó la bienvenida a los presentes y se refirió al sistema financiero nacional y a las medidas a implementar. En ese sentido, estimó que el país "maduró" en base a las crisis por las que atravesó. Sostuvo que el modelo a seguir, básicamente desde la nueva legislación del sistema financiero nacional, es el fortalecimiento desde la nueva institucionalidad y la infraestructura, promocionando el acceso a los servicios financieros con desarrollo asociado a una buena regulación.


A su vez, y en referencia a la conferencia, el presidente del BCU destacó que el espíritu del encuentro fue analizar en conjunto el sistema financiero de América Latina mediante dos trabajos que encaran el tema desde distintas ópticas. 


Posicionamiento del Sistema financiero de América Latina

Sergio Schmukler, líder del departamento de Investigación en Macroeconomía del Banco Mundial, presentó un informe denominado “¿Dónde se encuentra el sistema financiero de América Latina?”. En él, se analiza el desarrollo financiero en la región y se presentan algunos resultados.


En general, se observa que en América Latina los sistemas financieros no tienen una historia lineal pero en las últimas dos décadas han evolucionado hacia la bancarización, aunque de manera muy lenta. Lo mismo ocurre con el crédito bancario —que creció tímidamente en ciertos lugares, mientras en otros se estancó manteniéndose en el 30% del PIB— y con los mercados de bonos y de renta variable.


Dentro del crédito bancario, se observa que en la última década el crédito al consumo fue el que mayor crecimiento experimentó, dejando atrás al hipotecario y al que se le otorga a las empresas. En este sentido, se informó que excepto Chile, el resto de la región no logra colmar sus expectativas con respecto a este tema.  


En Uruguay, el 88% de las grandes firmas tienen acceso al crédito bancario al igual que el 64% de las pymes, pero en concreto solo el 16% de las grandes empresas y el 7% de las pymes lo utilizan. Estas cifras dejan entrever que buena parte del crédito se produce fuera del sistema bancario formal, aspecto que necesita de un estudio más profundo.


A grandes rasgos, se observa que el sistema financiero en América Latina actual, es diferente y mejor aún en los considerados “casos perdidos”. Es más profundo, ya que aumentó el nivel de capitalización y préstamos, y hay más ahorros y recursos disponibles. Asimismo, se observa un “acaparamiento menor” por parte del Gobierno, y parecería haber mejorado el acceso a los servicios financieros. 


Se concluye que no está claro como proceder en muchas áreas o qué resta esperar de los mercados de capitales ya que internacionalmente no está definido cuál es el modelo o paradigma hacia el cual migrar.


Perspectiva del usuario

El segundo expositor fue Pablo Sanguinetti, director de Investigaciones socioeconómicas de CAF. El profesional realizó su presentación desde la perspectiva de los usuarios (familias, micro, pequeñas, medianas y grandes empresa). Mencionó importante medir el desarrollo financiero de acuerdo al uso del sistema financiero, no por el volumen que mueve.


Según datos de 2010, el 51% de las familias encuestadas en varias ciudades de la región utilizan cuentas bancarias mientras en Montevideo lo hace el 55% y en Buenos Aires el 34%. Con referencia al ingresos per cápita que tiene América Latina estos guarismos son bajos, si se tiene en cuenta además, que el 38 % de las personas consultadas no conocían detalles de cómo acceder a una cuenta.


A modo de ejemplo, destacó que Estados Unidos tiene una fuerte bancarización, ya que el 60% de las personas que ganan US$ 700 o US$ 1000 al mes, tienen alguna cuenta bancaria. Los números indican también que el desarrollo del sistema financiero de un país no está relacionado con el tamaño de su economía, “por eso encontramos que países como Argentina y México con mucha historia de crisis tienen un sistema financiero parecido a un país africano”.


De las consultas realizadas, se desprendió que el 63% de la población hace algún tipo de ahorro y de ese porcentaje el 40% va hacia el sistema financiero formal. En otro orden, se observó que del 20% de los encuestados que contaban con créditos financieros, el 65% pertenecía al sistema formal, y el resto estaba relacionado con prestamistas, cadenas comerciales o familiares.


En relación al sistema productivo, la relación del mercado crediticio con la micro, pequeña, mediana y gran empresa es dispar. En América Latina, la gran mayoría de las micro empresas se financian por fuentes formales no financieras y no formales. Algo similar ocurre con la pequeña y mediana empresa, por lo cual debería analizarse la temática porque la falta de crédito desestimula la inversión.


En la conferencia participaron: la directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, Penélope Brook; la directora representante de CAF en Uruguay, Gradis Genua; y el viceministro de Economía y Finanzas, Luis Porto. 

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