Bonomi afirmó que hay una nueva Policía porque se aplicó una reforma integral que la profesionalizó
En un nuevo aniversario de la Policía Nacional, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, destacó los cambios realizados en la última década, que permitieron contar con una Policía más profesional y mejor aceptada por los ciudadanos. Innovaciones tecnológicas, mayor formación y una visión de proceso son algunos de los factores de la reforma integral que transformó el ADN de la Policía para bajar las cifras de criminalidad.

Bonomi recordó que hace más de 10 años las personas en situación de pobreza eran más de un millón, camino que el país logró revertir de forma simultánea al proceso de crecimiento ininterrumpido más largo de la historia. Aclaró que si bien el delito tiene un vínculo con la pobreza, esta no determina necesariamente la delincuencia, dado que ella también depende de factores culturales, educativos y sociales.
Señaló que en 2005 había una Policía obsoleta, desactualizada, desmotivada y poco profesionalizada, lo cual favorecía el avance de la criminalidad. Precisó que el camino que se transitó para combatir la delincuencia consistió en fortalecer y profesionalizar la Policía con una reforma integral, que incluyó mejoras a nivel formativo y tecnológico, particularmente mediante la instalación de cámaras, uso de drones de vigilancia, sistemas de denuncia en línea, videovigilancia para identificar matrículas, tobilleras para los casos de violencia doméstica, y cédulas y pasaporte electrónico, entre otros. Informó que de las 3.300 cámaras de seguridad en la ciudad que se comprometieron en 2016, ya hay instaladas más de un cuarto.
Asimismo, el ministro indicó que la próxima Dirección Nacional de Investigaciones tendrá como cometido continuar con esa profesionalización, relacionando a la Policía con la Fiscalía, como un auxiliar de la Justicia, en base a información de calidad que aporte a las investigaciones de los fiscales. “Hoy hay una nueva Policía porque se aplica una reforma integral desde hace siete años, que permitió transformar el ADN de la Policía y que hoy permite contar con cifras que muestran bajas en la criminalidad”, afirmó.
En esa línea, sostuvo que el siguiente paso es contar con una nueva generación de políticas urbanas y sociales, para revertir procesos de fractura social, especialmente en el área metropolitana, donde existen enclaves territoriales asociados a grupos organizados que buscan el control del territorio, muchas veces amenazando a vecinos, incorporando jóvenes a la delincuencia y creando guetos urbanos.
“Para mejorar la convivencia y la seguridad, además de seguir profesionalizando la Policía, necesitamos intervenir los enclaves territoriales donde ocurre el crimen”, enfatizó. A modo de ejemplo, detalló que la transformación del barrio Goes, con la instalación del Mercado Agrícola de Montevideo, permitió reconfigurar el espacio urbano y brindar a los vecinos el dejar de vivir en una “zona roja” y residir en un lugar emblemático de la ciudad. Instó a replicar esta experiencia en al menos otras 20 zonas de la ciudad, para cambiar la convivencia y la vida de los vecinos.