Pintado Grande, Artigas

Bonomi destacó la incorporación de 5.500 nuevas plazas al sistema carcelario nacional

La cárcel departamental de Artigas pasó a la órbita del Instituto Nacional de Rehabilitación. El acto de traspaso se realizó en el Centro de Rehabilitación Pintado Grande, en el kilómetro 141 de la ruta 30, Artigas. El ministro Bonomi resaltó la disminución significativa del hacinamiento carcelario y defendió la nueva lógica de reclusión, que implica que más de la mitad de las personas privadas de libertad trabajen o estudien.

Ministro Bonomi en Centro de Rehabilitación Pintado Grande

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, participó este jueves 10 en el acto de traspaso de la cárcel departamental de Artigas al Instituto Nacional de Rehabilitación. En la oportunidad se refirió a la evolución de las cárceles uruguayas. Recordó en tal sentido que cuando asumió la actual Administración, en 2010, existía una denuncia del relator de Naciones Unidas que condenaba al país por la situación de hacinamiento de las cárceles uruguayas.

Sostuvo que la situación era crítica y era necesario aumentar la cantidad de plazas. Sobre este asunto informó: “Hasta el momento se han construido más de 5.500 plazas, algunas de las cuales sustituyeron a otras que se dejaron de usar, pero la mayoría agregaba plazas. Por lo tanto en la actualidad el hacinamiento promedio es menor al considerado normal en el mundo”.

No obstante el ministro señaló que la situación es aún dispar y hay centros de reclusión donde la situación todavía no es satisfactoria y el hacinamiento es superior al normal, mientras que en otros hay más plazas disponibles que personas privadas de libertad. “Si quisiéramos distribuir rápidamente corregiríamos esta situación, pero no queremos distribuir solo para bajar el hacinamiento, queremos cumplir con un propósito que es la progresividad, que implica que el que quiera trabajar o estudiar tenga mejores posibilidades”.

Bonomi aseguró que la baja del hacinamiento ha permitido mejorar las condiciones para el trabajo y hacia el estudio. Recordó que antes de la creación del Instituto Nacional de Rehabilitación funcionaba el Centro Nacional de Rehabilitación. Bonomi consideró que fue una experiencia buena pero insuficiente, porque solamente accedían 150 personas de las 8.000 privadas de libertad existentes en ese momento, en el país.

En la actualidad —continuó el ministro— la mayoría de los presos estudian o trabajan. Sobre este punto señaló a modo de ejemplo: “Cuando ingresamos en el Penal de Libertad había 1.500 presos y  trabajaban 25. Hoy hay 1.500 y estudian y trabajan más de 800; ese es el nuevo criterio”.

El ministro destacó que en Uruguay, desde 2005 en adelante, se crearon fuentes de trabajo y aumentó el salario real, instancia que permitió que mucha gente saliera de la pobreza. Añadió que el país tiene perspectivas de desarrollar nuevas actividades productivas y subrayó que para insertarse en esa realidad se necesita capacitación y quienes están privados de libertad deben contar con oportunidades. “Estamos hablando de la inclusión en un país que se está desarrollando”, concluyó.

Unidad 21 “Pintado Grande”
El Centro de Rehabilitación “Pintado Grande” es definido por las autoridades del Ministerio del Interior como de máxima confianza. Ello implica que los 18 reclusos que están en el establecimiento no cuentan con medidas de seguridad tales como cercos perimetrales o celdas.

El establecimiento tiene una extensión de 280 hectáreas. Se desarrollan en él múltiples actividades productivas. En tres estanques ubicados en el predio se realiza la piscicultura, en particular se crían bagres negros. Además, los reclusos crían ovinos, cortan leña, cultivan productos de huerta y realizan tareas de manejo de pasturas.  

“Se levantan a las cinco de la mañana y toman mate hasta las seis y media. Desde seis y media en adelante se les asignan las tareas a cada uno”, explicó el director de la Unidad Pintado Grande, Yony Aranda, en declaraciones a la Secretaría de Comunicación.

El jerarca agregó que después de cumplir con sus tareas, en una jornada de ocho horas, los reclusos realizan emprendimientos propios, tales como producción de ladrillos y baldosas. “Los ladrillos son productos que se venden a todo público y está instaurado en la zona que se producen buenos materiales y entonces vienen a comprar acá”, informó Aranda.

Por otra parte, dentro del predio se está construyendo una microdestilería de ALUR, la cual utilizará como materia prima boniatos cultivados en la zona y, en particular, del establecimiento Pintado Grande.

Aranda precisó que las distintas actividades productivas que se realizan en el predio cuentan con el apoyo de instituciones públicas y privadas. Resaltó la participación de la Intendencia de Artigas, el Instituto de Investigación Agropecuaria (INIA), la Facultad de Agronomía y la Iglesia Metodista.

La intendenta Patricia Ayala también participó en el evento.

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